Con la presencia de casi todo su Gabinete, menos del vicepresidente Amado Boudou, ausente con aviso y de empresarios que habitualmente no suelen venir a la Casa Rosada, la presidente Cristina de Kirchner sorprendió al auditorio al no efectuar ningún anuncio en particular a pesar de que hubo diversos rumores respecto a posibles medidas como la suba de las retenciones a la soja.

La jefa de Estado prefirió hacer una encendida defensa del modelo y justamente no fue casual que utilizara la Bolsa de Comercio para anunciar el aumento a los jubilados justo con la ratificación del pago del cupón del Boden 2012, un lugar que se suele asociar con los vaivenes del mercado. "Hicimos honor a la deuda con los ahorristas e hicimos honor a la deuda social con los jubilados", aseveró. Esta frase puede sintetizar el espíritu del discurso que brindó durante una hora y 10 minutos donde Cristina, acompañada de gráficos demostró la pesada carga que significaba la deuda externa para la Argentina y cómo ahora la relación es una de las más bajas del mundo. Privilegió el resaltar cuánto subieron los haberes del sector pasivo "crecieron un 172% desde 2009 y un 1.253% desde el Gobierno de Néstor Kirchner" en 2003. Este aumento abarcará a más de 7 millones de personas, que a partir de septiembre, en el caso de los jubilados cobrarán como mínimo casi $ 1.925.

En todo momento quiso dejar en claro que el modelo es virtuoso y que el pago del Boden 2012 "no es una fiesta" sino un momento "para reflexionar". Cabe recordar el BODEN 2012, fue un título entregado en su origen a los depositantes de plazo fijo en dólares, confiscados en el año 2002 al término de la Convertibilidad. "Este es el dinero que debían haberle devuelto los bancos a los ciudadanos y ciudadanas argentinas que quedaron prisioneros del corralito", lanzó.

Con la cancelación del Boden 2012, la deuda pública en moneda extranjera quedará reducida al equivalente del 8,4 % del Producto Bruto Interno (PBI), contra el 92% que representaba en 2002. Aceptó que solo el 22 % de los BODEN están en manos de tenedores locales y el 78% esta en el exterior. De esta manera la mayor parte de los 2.300 millones de dólares que se pagarán este viernes se irá del país.

Dada la política de desendeudamiento del país el hacer frente a este pago es posible "con recursos de los argentinos", señaló. Fiel a su estilo aprovechó la ocasión para reseñar gran parte de la historia argentina y recordar que el endeudamiento fue una "pesada mochila" que el país acarrea desde más de tres siglos.

A juicio del Gobierno el modelo es "virtuoso" porque "todos ganan". Mirándolo a Adelmo Gabi, el titular de la Bolsa de Comercio le recordó que durante la convertibilidad el Merval obtuvo un 5% de ganancias en promedio y desde el 2003 hasta la fecha un 254%.

Rescatando su condición de peronista y elevando la voz les dijo "254%, esto es lo que creció el Merval. Puede no gustarle (este gobierno) como somos peronchos pero nunca ganaron tanta plata", enfatizó, "y lo digo con orgullo, estoy orgullosa de formar parte de un gobierno que ha logrado que sus trabajadores tengan el salario más alto de Latinoamérica. Que su Bolsa (de Comercio) crezca" .

En otro tramo defendió la política de restricciones al acceso de divisas al recordar que "Argentina no hace dólares sino que los hace Estados Unidos y le transmite sus problemas al resto del mundo" .

En lo que se interpretó también como un espaldarazo a las restricciones que impone el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, a las importaciones. Respondiéndole a los economistas que sostienen que la economía dejó de crecer, Cristina relevó los datos de la recaudación tributaria de junio "con un crecimiento del 28,2% ingresando al fisco unos 61317 millones de pesos".

• Reproches

Si bien el tono de su discurso fue contemporizador en todo momento no dejó de criticar a la oposición y los medios. Sin nombrarlos, al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, presente en el recinto, y al titular de la CGT, Hugo Moyano en tono de tono de broma, señaló: "No trajimos aquí a ningún convicto, pero por ahí hay algún procesado", en obvia alusión a Macri por la causa de las escuchas ilegales.

Para el camionero la mención fue más indirecta, luego de explicar que el primer tenedor argentino fue "un sindicato que no es oficialista ni opositor", advirtió que los gremios "deben representar los intereses de los trabajadores, no hay sindicatos opositores ni oficialistas" despegando también con esta frase a Antonio Calo como un hombre de la Rosada.

La crisis internacional estuvo presente en más de una oportunidad, a la jefa de Estado le sigue sorprendiendo que Europa persista en aplicar políticas de ajuste que solo terminan complicando aún más el panorama. Aventuro decir que la insistencia en continuar rescatando al sector financiero a costa del desempleo y el empobrecimiento de la población se parece a las terribles condiciones del "Tratado de Versailles" considerado una de las causas que desencadenaron en la Segunda Guerra Mundial.

Aceptó que la "crisis mundial" nos afecta y puso por ejemplo, la disminución de las ventas de las exportaciones cárnicas y la baja del precio de la leche.

Utilizando la figura de un malabarista, Cristina dijo que día a día debe articular "para que los platitos no se caigan y hagan un desparramo". Los "platitos" son todos los sectores del país, trabajadores, empresarios, sindicalistas, etc. y la realidad que impone un "mundo cada vez más complejo".

Finalmente reiteró que todos estos "logros", el aumento a los jubilados, el pago de la deuda externa, el crecimiento económico, entre otros fue posible gracias "al mercado interno y el poder adquisitivo de los asalariados argentinos que fue uno de los pilares", concluyó. El dato de color fue que Adelmo Gabi el titular de la Bolsa de Comercio, quién dio un discurso relativamente moderado a juicio de la Casa Rosada, se ocupó de comentar que Amado Boudou le envió una carta excusándose por no asistir.

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