Con un acto y movilización en las calles que busca romper todos los antecedentes, Cristina Fernández de Kirchner comenzará una larga despedida tras ocho años de gobierno que terminará el próximo 10 de diciembre.

Con la apertura del 133 periodo ordinario de sesiones Parlamentarias, dará comienzo también a una campaña política en que para el oficialismo se juega el destino del “modelo” kirchnerista.

Desde el gobierno esperan y organizan una movilización sin precedentes, se habla de 100.000 personas que esperarán en la plaza Congreso la llegada de Cristina, seguir su discurso por pantallas gigantes, y finalmente escuchar a la presidenta a la salida dirigirse a sus partidarios.

Las estimaciones previas indican que Cristina no hablará menos de tres horas el domingo. No resulta nada descabellado si se piensa que fue más o menos el tiempo empleado hace un año en la misma inauguración institucional.

Pero este año se suma, además de la “coyuntura Nisman” con todas las consecuencias conocidas, la renovación mediante elecciones presidenciales. Una política de raza como Cristina no va a perder esa oportunidad, por eso será el comienzo de una larga despedida que terminará definitivamente el 10 de diciembre cuando asuma un nuevo Presidente.