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Con un plantel de 200 personas Actualidad

Claas posiciona a Oncativo en el mapa mundial de las cosechadoras

Allí se acondicionan los modelos Tucano y Lexion para abastecer la demanda doméstica y los mercados latinoamericanos (Paraguay, Bolivia y Uruguay). Es el lugar destinado a ensamblar las cosechadoras que llegan desde Alemania.
02/05/2015 08:30 hs

En el mapa de la compañía Claas, Oncativo figura como uno de los exclusivos lugares del mundo donde la fábrica alemana de maquinaria agrícola decidió instalarse. Forma parte de una selecta lista de un poco más de 30 ciudades del planeta desde donde la centenaria empresa familiar desarrolla su estrategia productiva y comercial. En el país, la ciudad del departamento Río Segundo comparte cartel con Ameghino (Buenos Aires) y Sunchales (Santa Fe).

Los 16 mil metros cuadrados cubiertos que ocupan las naves en Oncativo están destinados al ensamblado de las cosechadoras que ingresan desde Alemania. Allí se acondicionan los modelos Tucano y Lexion para abastecer la demanda doméstica y los mercados latinoamericanos (Paraguay, Bolivia y Uruguay). En la planta bonaerense, Claas se dedica a la producción de cabezales girasoleros para la exportación y al desarrollo de piezas nacionales para sus cosechadoras, que en el caso del modelo Tucano tienen una integración del 47 por ciento. En Sunchales, mientras tanto, ensambla la otra maquinaria insignia que también viene desde Europa: las picadoras de forraje autopropulsadas, un producto líder a nivel mundial.

Polo regional

Con un plantel de 200 personas, Claas Argentina puso en marcha en 2012 un plan de inversión plurianual de 60 millones de dólares repartidos en partes iguales en sus tres centros de producción. El objetivo trazado era llegar a ensamblar 800 cosechadoras, de las cuales 200 se destinarían al mercado interno y el resto a la exportación hacia los países de la región y África. Si bien la coyuntura ha dilatado en el tiempo el alcance de esas cifras, el plan de producción sigue en marcha.

La presencia de Claas en el mercado interno de cosechadoras y de picadoras tiene dimensiones diferentes.

Mientras que en las autopropulsadas para la confección de forraje, con su modelo Jaguar participa con más del 85 por ciento de la demanda interna, en cosechadoras la porción ronda el 12 por ciento.

“Seguimos avanzando con el plan establecido. En breve vamos a destinar una de las naves para los motores que equipan las cosechadoras Lexion y Tucano y seguiremos incorporando modelos”, sostuvo Reynaldo Postacchini, vicepresidente de la filial argentina, durante una recorrida que La Voz del Campo realizó por las instalaciones en Oncativo.

A través de su historia de casi 102 años, Claas ha sido pionera en el desarrollo de avances tecnológicos para el agro.

En 1921 obtuvo su primera patente con el anudador del atado de paja, y en 1930 comenzó a desarrollar la primera cosechadora europea, que lanzó al mercado en 1936. También en 1973 volvió a innovar lanzando la primera picadora de forraje autopropulsada. En Argentina compró la patente de Rotania, la primera cosechadora autopropulsada creada en el mundo, en 1929.

Producción y servicios

Además de los tres establecimientos de producción radicados en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, Claas tiene distribuidos en el país otros ocho centros de atención, repuestos y servicio técnico.

“Tenemos una red de 11 depósitos conectados entre sí para brindarle al productor o contratista el repuesto que demande”, sostuvo Postacchini. Además, un taller con service oficial Mercedes Benz –los motores que equipan a las cosechadoras Tucano–, ubicado en la ciudad de General Pico, es el autorizado para realizar las rectificaciones de los impulsores.

“Se hacen todas las rectificaciones a cero, con la garantía de Mercedes Benz”, sostuvo el vicepresidente de la empresa. Si una máquina detiene su labor por problemas con el motor, el servicio de Claas le garantiza su cambio dentro de un período de 36 horas, hasta que se realice su reparación.

Las picadoras, por su parte, están motorizadas por la marca Caterpillar y el servicio técnico del impulsor le corresponde a la compañía estadounidense. Sin embargo, a partir de 2016, las máquinas forrajeras de Claas van a estar equipadas con motores Perkins (también propiedad de Caterpillar), con lo cual la empresa alemana va a poder brindar en forma directa el servicio de reparación.

Cada centro de repuestos maneja más de 11 mil piezas provistas directamente por Claas o por los abastecedores que la empresa tiene en el país.

Las restricciones a las importaciones obligan a la empresa a sobredimensionarse en el stock de repuestos, para evitar desabastecimientos. Antes, el ingreso de la pieza tenía una demora de 10 días; ahora ese período puede llegar a 30 días.

A lo largo de los 15 años que tiene funcionando en el país, la filial argentina ha desarrollado su propio anillo de proveedores, que no sólo abastecen el mercado interno sino que también exportan. Tal es el caso de Musian Canciani, la fábrica de ruedas y llantas de uso agrícola ubicada en Marcos Juárez que durante el año pasado exportó 24 contenedores a Europa.

Desde Ferré, Buenos Aires, la empresa Allochis también es proveedora mundial de Claas de plataformas cabezales para maíz y de plataformas para trigo y soja. Anualmente, la sociedad entre Claas y Allochis produce alrededor de 220 plataformas de trigo/soja y otros 70 cabezales maiceros que van a la exportación.

De los 120 millones de dólares que la filial local factura por año, alrededor de 30 millones corresponden al rubro repuestos. Con esa cifra, Postacchini asegura que la empresa se encuentra en línea de flotación, pero con buenas perspectivas. “Pensamos en seguir creciendo”, anticipó.

Como parte de su apuesta en la región, la empresa presentará en la próxima edición de la Exposición de Palermo un nuevo modelo de cosechadora.

La Voz del Interior - Alejandro Rollán

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