El ministro de la Producción de Santa Fe manifestó su enojo por el aumento de los combustibles en medio del desastre por inundaciones que sufren los productores de la provincia. Y pidió al gobierno nacional que impida la timba financiera. “La política no es para tecnócratas”, aseguró.

“Si el gobierno nacional le pide un sacrificio al pueblo, a los pequeños y medianos productores y a los sectores más castigados, con un aumento del 10% de los combustibles, que también les pida un sacrificio a los sectores privilegiados y que impida la timba financiera con los Lebac al 38%”, dijo el ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, visiblemente molesto por el incremento impuesto por el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Según se estima, esta suba en los precios de los combustibles, representa un costo de 500 M dls adicionales que va a salir de los bolsillos de los productores.

“Yo no entiendo cómo el gobierno nacional está tomando esta medida o bajo qué estrategia cuando el gobernador Miguel Lifschitz y los gobernadores de la Región Centro y Litoral le plantearon al presidente de la Nación, hace diez días, una solución extraordinaria, básicamente un financiamiento extraordinario de salvataje para la empresa agropecuaria con un año de gracia y muchos años para devolverlo, de la misma manera que se actuó con la minería y las petroleras”, dijo Contigiani.

Desde la provincia de Santa Fe, se ha solicitado un plan de ayuda urgente para pequeños y medianos productores que se encuentran en una situación de desastre como consecuencia de las lluvias y las inundaciones. “En pleno impacto de la emergencia hídrica, nos contestan con un aumento del 10% de los combustibles. Por un lado viene un ministro como Ricardo Buryaile (de Agroindustria) -al que valoramos- a recorrer la provincia y ayudar, y por el otro, un ministro como Aranguren aumenta 10% los combustibles en el peor momento del aparato productivo, que además lo va a pagar el pueblo porque eso termina en la góndola”, señaló el ministro santafesino entrevistado por Ruralnet.

Para el funcionario, esta medida “está fuera de contexto”. “Hicimos un gran esfuerzo por instalar el tema de lo que significa el impacto de la emergencia hídrica para Santa Fe, y el día sábado los productores salieron a cosechar lo poco que les queda con un aumento del 10% de los combustibles. Me parece que, mínimamente no hay una estrategia de coordinación entre los ministerios de Agroindustria y Energía; o bien a Aranguren y una parte del gobierno nacional no les interesa la suerte de los pequeños y medianos productores”, analizó Contigiani.

“El aumento de los combustibles en un escenario económico recesivo, de estancamiento, impactará sobre las pymes y el sector comercial. Esto coloca al empresario pyme en una disyuntiva de no poder trasladar los mayores costos de producción en la cadena porque la demanda está debilitada, y entonces tiene que ajustar para atrás. Y el ajuste para atrás, en Argentina lo conocemos: son menos horas extras, vacaciones anticipadas, suspensión de turnos, caída de empleo”, explicó Contigini. “

Además, lamentó que el gobierno nacional no tenga en cuenta qué significa este aumento en la cadena de los productores. “Esto se traslada a un aumento de sus insumos, del transporte, la logística, en un momento en el que están muy golpeados y también se traslada a la góndola. Después no le echen la culpa al sector agropecuario, esto va a llegar a la góndola, esto no es gratuito; un aumento de los combustibles salpica a toda la economía, afecta todos los costos de producción. ¿Quién va a pagar esto? Las clases media, trabajadora, populares, el pequeño y mediano productor, el comerciante, el sector industrial, y me temo también el empleo. Yo creo que esta medida tendría que haberse evitado, se podría haber esperado. Como también el ajuste del cuadro tarifario en relación a la energía se podría haber hecho escalonado, segmentado. Entonces me pregunto: ¿cuál es la estrategia para que crezca la Argentina en términos económicos?”, cuestionó el ministro.

Basta de timba

De acuerdo al ministro santafesino, hay dos ingredientes más que se suman a este cóctel explosivo, o implosivo: por un lado, los problemas por importaciones en algunos sectores industriales y por otro, la especulación financiera.

“Si se le exige un sacrificio al sector agropecuario, porque este aumento de los combustibles es decirle a los productores: señores, les estamos pidiendo un sacrificio en el peor momento de la emergencia hídrica, cuando están golpeados y devastados; si se le está pidiendo un sacrificio a las clases trabajadoras y medias de la Argentina; me gustaría que el gobierno nacional, para hacer creíble este pedido no permita la timba o la valorización financiera con las Lebacs al 38%, porque mientras un productor hace un sacrificio extraordinario y un ciudadano de la clase media, también, pagando los servicios que está pagando y perdiendo el poder adquisitivo, algún capital argentino está haciendo fortunas extraordinarias con las Lebacs al 38%. Yo quiero que alguna vez ganen los sectores populares, y no que siempre ganen los sectores concentrados”, expresó con firmeza Contigiani.

“Yo como ministro de la Producción voy a defender la producción y el empleo, todo mi gobierno va a hacerlo”, agregó.

Soluciones que no llegan

La producción santafesina se encuentra seriamente afectada por una emergencia hídrica nunca antes vista, con más de 3,5 M has inundadas y 7 M has afectadas. Las pérdidas son enormes, unos 2.500 millones de dólares al menos. Solo las de rendimiento de soja se estiman en 910 millones de dólares y a esto deben sumarse las pérdidas por calidad, lechería, producciones regionales, caminos e infraestructura.

Por eso, Santa Fe está pidiendo al gobierno nacional un financiamiento extraordinario, pero las respuestas aún no aparecen.

“Con Buryaile tenemos un buen diálogo pero ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer: el gobernador estuvo con el presidente; con Buryaile hablamos diariamente; el gobernador y yo tuvimos una audiencia con Aranguren por el cuadro tarifario sobre lo cual aún nos debe una respuesta, cuadro tarifario que llevó el megavatio a un aumento del 700% y que todavía él cree que es barato y quiere llevar a 1000$ el megavatio para los sectores industriales, electrointensivos y comerciales”, repasó el funcionario.

“Hasta ahora estamos esperando la solución más importante que es el financiamiento de salvataje que le plantearon los gobernadores al presidente de la Nación. Cuando decimos salvataje financiero, es un año de respiro mínimo con tasas subsidiadas para las empresas agropecuarios, para los tamberos, para los productores de las economías regionales, a fin de que puedan reactivar su producción y pagar insumos que adeudan. Estamos hablando de productores que perdieron el 50 % o todo, de tamberos que estaban en una situación de quebranto, productores de arroz que estaban con una rentabilidad negativa y esto les vino a terminar de perjudicar, de pequeños productores sojeros que tienen los campos inundados y están cosechando mucho menos de lo esperado.

Estamos hablando de una emergencia que impacta en el corazón productivo de Santa Fe, la provincia que desgraciadamente más pérdida va a tener en el país. Yo soy el ministro de la Producción y tengo que defender esto.Las medidas que hemos solicitado todavía no han venido”, detalló Contigiani.

“El gobierno nacional tiene que comprender: necesitamos salvataje integral en un momento extraordinario”, reclamó.

Ayuda provincial

Tal como anunció Contigiani, la Provincia, entregará este jueves un fondo rotatorio de 20 millones de pesos para los productores arroceros. “Pronto entregaremos una cifra superior para los productores de caña de azúcar; ya hemos puesto 60 millones para la lechería; 30 millones para la compensación láctea; vamos a comprar toda la semilla para que vuelvan a sembrar los productores hortícolas; esta semana anunciamos 800 millones para caminos; y vamos a hacer mucho más, todo lo que esté a nuestro alcance, pero no va a alcanzar porque estamos ante pérdidas no menores a 2.000 millones de dólares en Santa Fe, algunos hablan de 2.500 M, si uno cuantifica las pérdidas en cosecha gruesa, lechería, economías regionales; sin contar caminos e infraestructura”, contó el funcionario.

Lechería: realidad y capitalismo moderno

El sector tambero santafesino está devastado. A la baja o nula rentabilidad por precios de quebranto y por una cadena láctea muy poco transparente se sumaron las lluvias incesantes durante veinte días con napas elevadas, y fue el golpe de gracia.

Analizando la situación del sector, el ministro de la Producción indicó: “Los más perjudicados son el consumidor y el tambero, mientras al productor le pagaban 2,50$, en góndola, la leche fluida llegaba a precios entre 17$ a 20$. En el mundo no hay un caso como este, el capitalismo moderno no le permite al sector comercial una remarcación del 100%, el 200% o el 300%. Uno va a los países desarrollados y emergentes, a Brasil o Uruguay, y el sector comercial participa en el reparto entre un 8%, un 10% o un 15%. El 78% de los alimentos que consumimos los argentinos está manejado por 5 a 6 grandes cadenas agroalimentarias. Y también el sector industrial, las grandes usinas lácteas son las que venían perjudicando al tambero”, explicó Contigiani. En ese cuadro de situación previo, se produjeron las inundaciones.

“La lechería está en situación de quebranto, hay pérdida de vaquillonas -porque el productor fue sobreviviendo estos seis a ocho meses desprendiéndose de animales y de alta genética que le llevó años y años lograr, descapitalizándose- o de cierres de tambos. Esta es la realidad del tambero”, repasó el ministro.

Ante esta catástrofe productiva, desde el Ministerio de la Producción reclaman soluciones urgentes. “Nosotros hablamos de la necesidad de una ayuda extraordinaria y de políticas públicas. La función pública es para gente que ama la política pública, que tenga el corazón y el compromiso de crear bienes públicos, no es para tecnócratas”, concluyó Contigiani.

El problema es el modelo

“Lo que hay que discutir, es el modelo agropecuario. El desastre hídrico que estamos sufriendo no es consecuencia únicamente de las lluvias: se debe a las lluvias, más las napas saturadas, más la falta de rotaciones, más la poca superficie sembrada con cereales de invierno, más el monocultivo, más la sojización”, señaló el ministro de la Producción de Santa Fe.

Por Mariela Vaquero