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Emprendimiento familiar Actualidad

Con un remate Coembotá celebra 49 años de amaneceres y trabajo ligado al campo

La cabaña criadores de la raza Aberdeen Angus, ubicada en el Departamento Victoria, festejará su aniversario con una subasta especial de Angus. Pancho Calderón, sus sobrinos Magdalena y Francisco hablaron con Campo de Acción.
25/06/2016 19:40 hs

Coembotá significa, en lengua guaraní, amanecer y fue el nombre elegido allá por 1969 por la familia Calderón para su cabaña. El motivo, más que simbólico, en un amanecer lleno de esperanzas nacía el primer ternero tras la compra de unas vacas de pedigree a don Ernesto Reggiardo, de Los Paraísos. Francisco Pancho Calderón lo recuerda con mucha emoción, al igual que el haber obtenido el premio al gran campeón en Concordia durante 1974, en momentos en que la exposición rural era segunda en nivel de importancia a nivel nacional y las tres veces que fue jurado en la exposición de Palermo, de las razas Angus, Hereford y Limousin. Son momentos que sintetizan su historia y la de su familia: “Son recuerdos muy lindos de cuando era joven, de cuando iniciábamos la actividad, de haber tenido ese rodeo de vacas, en fin es emocionante”, dijo a Campo en Acción.

La reconocida cabaña criadores de la raza Aberdeen Angus, ubicada en el Departamento Victoria, cumple 49 de sus inicios y lo festeja con una subasta especial de Angus en la feria de María Dolores, de Etchevehere Rural, el sábado 2 de julio.

Consultado sobre cómo vive esta actividad aniversario, Pancho Calderón aseguró que: “Como siempre tratando de que nuestra genética se haga conocida en la provincia y el país. Nos estamos preparando con la familia Etchevehere, que son nuestros amigos de tantos años, para dar este remate. Mejorando año a año, brindando lo mejor a los productores, así que esperamos que el remate salga bien, que el clima nos acompañe y también la gente”, dijo.

Francisco y Aldo continuaron el legado de su padre, la familia Calderón realiza tanto agricultura como ganadería. “Gracias a Dios tenemos buenos campos, hacemos agricultura, cría, invernada y tenemos la cabaña”, explicó Pancho. “El engorde de los toros se hace como engordamos los novillos, las vacas están en campos naturales, utilizamos inseminación y consideramos la sanidad como una prioridad, ya desde la época de mi padre. Tratamos de actualizarnos constantemente y hacemos trasplante de embriones”, especificó el entrevistado.

“Tenemos muy buena gente y desde hace dos años se incorporaron Francisco y Magdalena, mis sobrinos, que están manejando todo con mucho entusiasmo. Espero que tengan éxito con esto, nosotros estamos para administrar para quienes vienen atrás, yo no tuve hijos pero están ellos. Con mi hermano tratamos de combinar todo, agricultura y ganadería, es lo que nos enseñó nuestro padre”, explicó el entrevistado, aunque dejó en claro que su pasión son los animales: “Y ésta raza en particular mediante la cual he logrado tantas satisfacciones, porque además del negocio que llevamos adelante nos permitió recorrer el país y el exterior incluso y obtener muchos reconocimientos”.

El propietario de Coembotá insistió en que los establecimientos ganaderos deben prestar rigurosa atención al cuidado de la genética y aseguró que el actual es un buen momento para invertir en este punto. “Nuestra genética es reconocida a nivel mundial. Hace unos años fui a Escocia con mi mujer, visitamos la mejor cabaña Angus de allá y los británicos reconocieron que la calidad la vienen a buscar a la Argentina porque es el único rodeo puro que queda en el mundo”, detalló.

En cuanto a la ganadería en un futuro cercano, el criador opinó que “De acá a cinco años andará muy bien. Tuvimos años duros, era difícil aguantar y los que sembraban soja quizás pensaban que estábamos perdiendo el tiempo pensaban talvez que estábamos perdiendo el tiempo. El campo es así, hay que tener paciencia, aguantar y poner pasión en lo que uno hace”, reflexionó.

Presente y futuro del negocio familiar

Francisco y Magdalena Calderón son los hijos de Aldo Calderón, hermano de Pancho. Desde hace un tiempo están trabajando en el establecimiento familiar. “Tenemos muchas expectativas en este remate. Es un año difícil, pero si bien el bolsillo del productor esté un poco complicado, hay sin duda otro ánimo en el sector”, indicó Magdalena.

Contó que saldrán a pista 50 toros Angus controlados y de pedigree, negros y colorados y 100 vientres, dentro de esos vientres van madres adultas, vacas de dos pariciones en adelante y vaquillas.

En cuanto a los precios, Magdalena indicó que Etchevehere Rural “tiene muy buenos martillos y ellos saben manejar muy bien los remates por lo que estamos con expectativas, aunque los precios serán los que indique el mercado el día de la subasta”, dijo.

Francisco en tanto brindó su mirada del negocio ganadero, habló sobre la importancia de la genética y brindó detalles del esquema productivo del emprendimiento.

“El rodeo argentino y los productores tienen que apuntar a invertir en genética para transitar el camino hacia una mayor producción y eficiencia. La genética es el pilar fundamental del crecimiento del sector. Los resultados se ven”, aseguró.

En cuanto al esquema productivo del establecimiento, Francisco contó que es una empresa mixta en la que se hace un 50% de agricultura y un 50% de ganadería. La rotación agrícola es soja - trigo - soja - maíz y en ganadería se hace cría, ciclo completo en la cabaña y engorde. Ahora también están implementando una rotación mixta de soja, verdeos de invierno y soja.

La genética como clave

Juan Ezcurra es director de la Asociación Argentina de Angus. Entrevistado por Campo en Acción, habló de la genética como clave para mejorar el negocio ganadero.

“Lo importante es fijar donde estamos hoy y donde queremos llegar. En los últimos años hubo un gran cambio en la modalidad de producción ganadera, la competencia con la sojización hizo que la ganadería quedara relegada y la inversión tecnológica en producción ganadera no llegue, pero en los últimos tres años cuando se vislumbraron cambios en el país y con un mercado de carne cada vez más importante, y en el cual Argentina es jugador fundamental por la calidad de nuestros animales, el ganadero comenzó a entender que hay sólo una clave para mejorar en el negocio ganadero, que es la genética”, dijo Ezcurra y agregó que la genética no implica sólo el show del animal en la pista en las exposiciones de Palermo sino que trasciende este aspecto y logra resultados económicos, palpables y medibles, en el bolsillo del productor.

“Usar la genética le permite al productor mejorar el peso del ternero al destete, el peso final y esto a largo plazo es más dinero por cabeza, y eso le permite al criador mejorar su negocio, su rentabilidad y poder competir incluso con modelos de soja de alta producción”, indicó el consultado.

Ezcurra insistió en su postura y brindó un análisis: Si un criador pusiera sus vacas en las mismas condiciones con el sistema de cría tradicional y en vez de usar los toros del lugar o del vecino, recorre e invierte en un toro de buena genética, el ternero que va a tener entre 20 o 30 kilos más al destete que el ternero que se hace naturalmente. “Eso solo ya es un ejemplo que justifica la inversión en genética. No hablo de calidad de carne, del rinde de la res en el gancho, no lo tomo como plus, sólo del peso del ternero al destete”.

Sobre la cantidad de productores que utilizan genética consideró: “Estamos mal. En Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá, países que trabajan con tecnología de punta en ganadería, más del 50% de los criadores usan la herramienta genética en los planteos productivos. En Argentina, en cambio, aunque nos parezca increíble, no superamos el 15%.”

En relación a la causa de la resistencia del ganadero a incorporar genética, el profesional opinó que: “A mi juicio es una mezcla entre cultura y política. El argentino, culturalmente, tiene una especie de obsesión por consumir carne, es algo que cuida mucho, y eso se ha transferido a los políticos, quienes han hecho políticas de Estado sobre la base del consumo de carne. Un ejemplo: a fin de año, cuando se produjo la devaluación del peso, la prensa reflejó más el aumento del precio de la carne que la devaluación misma. La carne, en la Argentina, es también una herramienta política, por lo que se hace muy difícil separar la cosas”.

Para Ezcurra llevará tiempo incrementar el rodeo, porque se viene de un proceso de falta de sinceramiento de la economía del que la ganadería no fue ajena, y la ganadería es un negocio que lleva mucho tiempo. “El ciclo productivo es muy largo y por eso se necesitan políticas de Estado que trasciendan los gobiernos. Si no nos salimos de los carriles normales, pasar de los 50 millones de cabezas a 60/65 millones insumirá, por lo menos, un ciclo de 10 años”, aseguró el consultado.

Fuente Campo en Acción

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