En el marco del trabajo conjunto que se viene realizando con los distintos ministerios de la provincia y el municipio de San Salvador, se dispuso nueva normativa específica de protección ambiental de la actividad que anteriormente no estaba regulada. Además, se diseñó un plan de campañas de monitoreo de calidad de aire ambiente periódicas, para implementar con el equipamiento portátil, que se inició esta semana, y que permite tener una línea de base de la calidad de aire, midiendo seis puntos dentro del ejido de la ciudad y monitoreando su evolución en distintas épocas del año. Dicha información permitirá desarrollar medidas acordes en el marco de la comisión interministerial conformada al efecto y asistir al municipio en las políticas locales que así lo requieran.

La resolución Nº 225 fue emitida con el fin de regular específicamente la actividad ya que Entre Ríos no contaba con un marco normativo de condiciones especiales de funcionamiento. La normativa viene a paliar dicho vacío al establecer condiciones de funcionamiento; información específica en carácter de declaración jurada y prohibición, y en particular, establece la obligatoriedad de sistemas de captación de material particulado, minimización de ruidos, sistemas de mejora ambiental continua y planes de gestión de residuos.

A su vez, desde la Dirección de Control y Fiscalización Ambiental, de la Secretaría de Ambiente, se realizaron inspecciones y seguimiento a alrededor de 15 molinos y secadoras de granos en la ciudad de San Salvador, a los cuales se los intimó a quienes no cumplían para que presenten los certificados ambientales correspondientes. De estas empresas, ocho iniciaron sus trámites de certificación y adecuaciones técnicas.

Con el fin de evitar a futuro los inconvenientes actuales, la nueva norma establece que los nuevos emprendimientos de este tipo de actividad no podrán instalarse en zonas urbanas.