El Gobierno nacional empujó al gremio que concentra la estiba en Rosario, el principal polo agroexportador de Argentina, a aceptar la competencia de empresas rivales tras décadas de monopolio, lo que permitirá reducir costos a los exportadores tras una licitación que comenzará en los próximos días.

La disputa en Rosario es una más en la silenciosa batalla que, en busca de mayor competitividad, el presidente liberal Mauricio Macri mantiene con muchos poderosos sindicatos peronistas o de izquierda, que lo han acusado de gobernar para los ricos y de buscar bajar los sueldos.

Con la licitación del servicio de estiba, en las localidades de Puerto General San Martín y Timbúes -en los suburbios de Rosario-, el Gobierno espera acabar con el prolongado monopolio que tiene una cooperativa controlada por el mismo gremio de estibadores y que aplicaba altas tarifas para el servicio.

Si bien no precisó la fecha para la licitación, la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) dijo a Reuters que la invitación a las empresas para entrar a la competencia sería en los próximos días.

Desde el área de Rosario parte el 80 por ciento de los buques de granos y derivados que compañías como Cargill y Bunge embarcan desde Argentina, que es un proveedor mundial clave de alimentos.

“La Cooperativa (de Trabajos Portuarios) asumió el desafío que el Estado le estaba imponiendo”, dijo a Reuters Jorge Metz, subsecretario nacional de Puertos y Vías Navegables.

La ofensiva sobre la cooperativa tiene lugar en momentos en que el Gobierno busca el apoyo de algunos gremios e impulsa la investigación de los líderes de otros sindicatos de los que se sospecha que han cometido irregularidades.

Un importante sindicalista del gremio de la construcción cayó preso esta semana acusado de extorsión y lavado de dinero.

“El presidente (Macri) quiere que se vea quiénes están dispuestos a discutir y trabajar por la Argentina del futuro y quiénes quieren seguir atados a los intereses y las prebendas del pasado”, explicó una fuente del Ministerio de Trabajo que pidió que su identidad no sea revelada.

Reuters intentó comunicarse con el presidente de la cooperativa, Herme Juárez, quien a su vez lidera el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) de San Lorenzo, cuyos trabajadores son empleados por la empresa que dirige, pero el sindicalista no estaba disponible para responder.

En cambio, Daniel Badía, gerente de la empresa de estiba señaló que representantes de su gremio y de la cámara de exportadores se encuentran en negociaciones.

Juárez es un sindicalista histórico en una región donde la alta conflictividad gremial es una amenaza para la operación de los puertos, que han perdido cifras millonarias en los últimos años por demoras causadas por largas huelgas.

LICITACIÓN

En las conversaciones entre Metz y Juárez también participó la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC), que dijo a Reuters que en los próximos días las empresas licitarán el servicio de estiba antes dominado por la cooperativa.

“Se va a invitar a distintas empresas de estiba a que hagan un ofrecimiento de servicios y de precio. La única manera de tener costos competitivos es a través de un mercado transparente y en competencia”, explicó Martín Brindici, gerente general de la CPPC.

Brindici no quiso dar detalles sobre cuáles firmas serían invitadas al concurso privado, pero Metz explicó que entre seis y siete firmas están interesadas en proveer estiba a los puertos, entre ellas la cooperativa de Juárez.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires espera que las cosechas combinadas de soja y maíz sumen en el ciclo 2017/2018 unos 95 millones de toneladas, que mayormente se embarcarán en el cordón agroexportador de Rosario.

Fuente: Reuters