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LA VIGILANCIA, UN TAMBO MODELO EN EL PAÍS Actualidad

Sebastián Butta: “es un esfuerzo enorme permanecer en la actividad lechera”

En una recorrida por el norte de la provincia visitamos el establecimiento La Vigilancia. Sebastián Butta nos brindó un completo panorama sobre el sector lechero en los últimos tiempos.
09/03/2018 20:15 hs

Campo en Acción visitó el establecimiento La Vigilancia ubicado en el Distrito Feliciano del Departamento La Paz. El mismo se compone de 2000 hectáreas, 1500 arables y 500 de monte. Cuenta con animales en producción, con la idea de llegar a un promedio de 1300 vacas en ordeñe el presente año. Actualmente se producen alrededor de 22 mil litros diarios y trabajan diariamente alrededor de 30 personas que significa un población de cien personas en el establecimiento.

Según nos comentó Sebastián Butta, que actualmente se desempeña como Regente Técnico de la sucursal Paraná de Veterinaria Hernández, "desde el año pasado se realizó una fuerte apuesta al mejoramiento genético siendo uno de los campos donde se hacen más animales con estudios genómicos hechos. El estudio genómico se realiza desde hace 7 años y en 2017 se muestrearon 301 animales con un promedio de 2250. Es el tambo en Sudamérica con más animales muestreados y con el promedio más alto".

Esto quiere decir: “los animales genómicos son aquellos donde se puede estudiar estadísticamente que cadenas de genomas tienen los animales para poder trasmitirlo y en qué posibilidades puede trasmitir esos genes. Los mimos son genes de producción, reproducción, salud. Cuanto más altos sea el promedio de TPI o estudio genómico más posibilidades tenemos de que ese animal vaya a heredar esos caracteres productivos”- explicó el técnico.

Hoy La Vigilancia tiene la ternera más alta en TPI de Sudamérica. Genómicamente que llegó a estar por arriba en más de 2750 de TIP. Eso da la posibilidad de empezar a tener valores agregados en la genética del campo.

La empresa, tienen previsto participar con 15 toritos con más de 2300 de estado genómico y 25 vaquillas en el remate de la cabaña La Luisa de Guillermo Miretti.

El trabajo diario

En el campo hay un programa, se trabaja con todos los animales a través de un software. A partir de que el animal nace se le pone una caravana y un tatuaje, se ingresa al programa que carga la información genealógica, reproductiva, sanitaria y productiva. En esta última se realizan controles lecheros mensuales donde se mide la producción de leche y los sólidos (proteínas, grasas y celulas somáticas).

Existen dos circuitos, uno cuando la vaca pare, el ternero empieza el circuito de la cadena improductiva que ingresa a un sistema de crianza artificial llamado de “batería” y/u otro sistema de crianza por “robot” con mucho más tecnología, que ingresan los terneros con alto mérito genético.

En cuanto a la alimentación el profesional destacó: “apuntando a tener la mejor genética, el año pasado se inauguró una planta de balanceado en el campo para lograr la mejor calidad posible”.

El manejo productivo

Sobre este aspecto Butta detalló: “a través del programa reproductivo los animales se los empieza a controlar al secado se hace un programa sanitario, luego ingresan al pre-parto, cuando paren ingresan a un tambo sanitario donde se los descalotra cuatro días y comienza un sistema reproductivo dentro del tambo. A la vaca se le hace una serie de controles ginecológicos hasta que se le da el alta del parto. Luego ingresan a -partir de allí hasta que se le da servicio- pasa un periodo de espera de 50 días y luego empiezan con estimulación para inducir los celos”.

Panorama de la lechería

Consultado por su visión sobre la situación de la lechería en los últimos tiempos, Butta expresó:

“La lechería siempre fue víctima de la ciclicidad y la falta de créditos. La actividad se mantiene por un fuerte arraigo de las personas que hacen a la actividad. Es un esfuerzo enorme tratar de mantener estas producciones y es una pena para el sector no ver que no haya una decisión política para querer desarrollar una lechería en argentina”.

Además agregó que esta actividad genera mucha economía regional. Hoy se produce 10mil litro de leche por hectárea, con un precio de $5,80 de acuerdo al Minagri, “es un precio que no alcanza, se habla de un costo de producción de $7,50 más o menos depende la zona”.

Sumado a esto, mencionó la falta de acceso a créditos es un problema que impide crecer más, producir más y ser más eficientes. Con ello la sequia que hoy también está afectando mucho a la actividad.

“Es una pena que los productores no puedan ganar, que ni siquiera creo que quieren ganar, sino que quieren recapitalizar, para poder hacer el sistema más productivo porque en definitiva es su cultura”- concluyó.

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