Jorge Ponce, miembro fundador del Círculo de Ingenieros Agrónomos de Victoria, dio detalles de la jornada de buenas prácticas de la agricultura organizada por el Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos en conjunto con el Círculo de Ingenieros Agrónomos de Victoria.

“En esta jornada se trataron varias aristas sobre las buenas prácticas de la agricultura. En esta oportunidad disertaron: Carolina Sasal ingeniera del Inta Paraná, quien habló sobre ‘Destino de los plaguicidas en el agro ecosistema. Investigación, monitoreo y revisión de las prácticas agrícolas. Estuvo presente el biólogo Luis Wall quien disertó sobre la importancia de la biología del suelo para l agricultura. El ingeniero Pablo Bellucini del INTA de Marcos Juárez, quien propuso hablar sobre las estrategias para el control de malezas a partir de la combinación de fitosanitarios con los cultivos de cobertura. Finalmente cerró la ingeniera María Beatriz Giraudo, quien disertó sobre la sustentabilidad como paradigma es responsabilidad de todos”.

Esta jornada estuvo dirigida a ingenieros agrónomos pero también para los productores interesados.

El ingeniero Ponce destacó que la provincia de Entre Ríos como pionera -de la mano del COPAER y de algunos dirigentes políticos- en proponer una ley de plaguicidas, plantear el debate, aunque lamentablemente muchos proyectos se han politizado.

En este sentido manifestó: “en general el productor que trabaja con un ingeniero tiene las pautas para el manejo de los fitosanitarios, conoce la ley de plaguicidas y con la última intervención del Colegio de Ingenieros Agrónomos en conjunto con la Secretaria de la Producción, se ha incorporado la receta electrónica. Esta es una posibilidad de abrirle el campo laboral a los ingenieros agrónomos y tomar dimensión real de la magnitud y dinámica de trabajo que se genera con las aplicaciones”.

Seguido de esto aclaró: “no quiere decir que los fitosanitarios sean agua bendita pero si hay que manejarlo con responsabilidad, hay que tomar los recaudos necesarios en cada una de las aplicaciones y cada aplicación debe estar con su receta correspondiente”.

Además lamentó que la provincia no cuente con los recursos para tener el organismo de control. “No obstante hay un muy buen avance en la conciencia de parte de los productores y los ingenieros”.

Sobre la legislación vigente consideró que es buena, pero lo que falta es la posibilidad de salir a controlar y poner a todas las pulverizadoras en un registro, “eso es el factor número 1”. Debido a esto, no toda aplicación que se hace en la provincia tiene una receta agronómica realizada por un ingeniero habilitado. “En eso tenemos que mejorar”- concluyó.