Por las adquisiciones realizadas antes del cierre de ejercicio.

Buena parte de las empresas agrícolas –por recomendación de sus contadores– suelen comprar, antes del cierre del ejercicio, una gran proporción de los insumos que necesitarán usar en la siguiente campaña para reducir el impacto fiscal del Impuesto a las Ganancias.

Casualmente, las empresas que tienen cierre de ejercicio el 31 de julio, compraron insumos dolarizados –fertilizantes, agroquímicos y semillas– con un tipo de cambio de 27,3 a 27,5 $/u$s, lo que implica, considerando el valor actual del dólar (39,6 $/u$s), un ahorro en pesos superior al 30%

En otras situaciones se registraron compras de oportunidad ante las advertencias de analistas económicos de que la situación cambiaria experimentaba un desequilibrio latente que no tardaría en manifestarse ante cualquier sacudón circunstancial, asi lo cuenta el trabajo publicado en VALOR SOJA.

En ambos casos –ya sea de casualidad por una estrategia de planificación fiscal como por el hecho de hacer un seguimiento de variables cambiarias– los productores que adelantaron compras de insumos dolarizados contarán con una amplia ventaja en el ciclo agrícola 2018/19 respecto de aquellos que prefirieron esperar.

La posibilidad de acceder a compras de agroinsumos con un tipo de cambio razonable –a la luz de la actual coyuntura– estuvo vigente hasta el pasado 9 de agosto, cuando el dólar aún se encontraba por debajo de los 28 $/u$s. El 10 de agosto superó los 29 para pasar los 30 $/u$s el 13 de agosto. Esta semana, con una nueva corrida contra el peso, el tipo de cambio se disparó para terminar ayer jueves en 39,6 $/u$s (según el valor de referencia informado por el BCRA).

El valor de los cultivares comerciales de soja en la presente campaña experimentará una suba considerable dado que buena parte de los granos de propia multiplicación reservados para semilla no podrán ser empleados por los daños ocasionados por una restricción hídrica seguida de temporales severos.