La Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados inició la discusión parlamentaria para la búsqueda de un dictamen de un proyecto consensuado de Ley de Semillas, que permitiría reemplazar la normativa vigente que rige desde 1973 a través de la ley 20.247

El presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara Baja, Atilio Benedetti, indicó a Diario El Diá de Gualeguaychú que se está “tratando la modificación de la Ley de Semillas”, en lo que es “un hito importante para poder modernizar esta norma”.

Destacó que se acordó “invitar a todos los actores, sectores para que puedan expresarse”. Por otra parte, indicó que se pusieron a consideración “cinco proyectos con la idea de extraer de los mismos y de las exposiciones que podamos escuchar los mejores conceptos, puntos de acuerdo para lograr un dictamen e intentar, esta vez, lograr un dictamen que pueda ser llevado a registro”.

El legislador de Cambiemos opinó que se trata de un “tema complejo por su amplitud, no solo por las semillas, también porque se tratan cuestiones fitogenéticas y esto incluye papa, caña de azúcar, legumbres, algodón, además de las semillas tradicionales”. Y tiene que ver con “darle protección a los que investigan, trabajan en los mejoramientos genéticos, en la inclusión de la ciencia y la tecnología para mejorar los rendimientos agrícolas”.

Indicó que se da, en este contexto, una “lógica puja de intereses, por lo que es necesario resguardar los derechos de los que investigan y que invierten para tener mejores producciones”.

Por otro lado, expresó que como legisladores “tenemos la obligación de encontrar el equilibrio con los consumidores, en referencia a los productores, quienes tienen que retribuir esa tecnología”.

Dijo que la hay un tema que lo que están en el “campo entienden”, y es el del “uso propio, el derecho que tendría un productor a seguir cultivando semillas que adquiere por única vez”. Acotó que es “uno de los temas de mayor debate”. Señaló que hay “variedades que son autógamas, es decir, que se reproducen a sí mismas con una mejora genética”. El punto es de qué manera se va “retribuir a los investigadores cuando se utiliza esa semilla por parte delos productores para su beneficio”.

Indicó que el Instituto de Tecnología Agropecuario sería “uno de los beneficiarios en esta ley, teniendo en cuenta que se trata de una entidad oficial muy importante en la generación de mejoras genéticas”. El INTA tiene la paradoja que en “algunas variedades de arroz en la que ha trabajado cobra derechos de propiedad intelectual en el vecino país de Brasil y no en Argentina”, porque “carecemos de una ley que ampare este derecho”, concluyó.