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Soja de Primera: Apenas alcanzan para pagar alquileres

Con un rinde de 35 quintales por hectárea en soja de primera, el "margen bruto" del productor es negativo cuando se alquila. Pasa a ser positivo cuando se trabaja en campo propio y no existe el peso de la locación.
23/02/2015 15:41 hs

- El cultivo de soja de primera registra tres erogaciones que tienen un fuerte peso para el productor: insumos, flete corto/largo y el alquiler.

- Los insumos se llevan -en ejemplo analizado- el 20% de los ingresos brutos del productor (rinde por precio final de la soja). Como insumos sumamos las erogaciones en concepto de semilla, fertilizantes, herbicidas, insecticidas y fungicida.

- El flete corto y largo -cuando el campo se encuentra a una distancia de 180 km. de las terminales portuarias y para este esquema productivo- se lleva el 13% de los ingresos brutos del productor. Pero si analizamos un campo en Avia Terai (Chaco) a 835 km. del Gran Rosario, el peso del flete largo camionero se eleva considerablemente hasta alcanzar el 23% de los ingresos brutos del productor.

- Si el alquiler asciende a 16 quintales de soja por hectárea en la zona núcleo, esta erogación se lleva el 47% de los ingresos brutos del productor de soja de primera.

- El rinde de indiferencia -en este caso particular- que permite pagar alquileres de 16 quintales de soja por hectárea y tener un margen bruto igual a cero asciende a 37,5 quintales por hectáreas.

- Hay que tener presente que hemos computado en nuestro análisis los impuestos que debe pagar el productor con dicho margen bruto (inmobiliario rural, tasa vial, impuesto a las ganancias, impuesto a los bienes personales, el impuesto al valor agregado irrecuperable, impuesto a los débitos y créditos bancarios, etc.) ni los gastos de estructura, los cuales pueden ser muy dispares de un campo a otro y en función del tipo de administración y la escala.

Las conclusiones obtenidas vuelven a confirmar la necesidad de debatir sobre la importancia que tienen los insumos, fletes y los valores de los alquileres en el negocio de la soja en zona núcleo. Ni que hablar de los derechos de exportación que en soja ascienden al 35% y que de no existir permitirían cubrir perfectamente todos los costos y tener un margen bruto positivo de consideración. En la zona núcleo más del 60% de la producción agrícola se hace bajo arrendamiento, razón por la cual el costo del alquiler de la tierra reviste una gran importancia al analizar el negocio. La caída de los precios internacionales, la gran presión impositiva junto al progresivo aumento de costos de siembra, configuran un escenario que sigue presionando los alquileres a la baja. También es importante destacar el alto riesgo de un negocio al aire libre, donde las amenazas del clima y de los factores bióticos son cada vez más extremas. En la presente campaña los pronósticos climáticos acompañaron hasta el momento al desarrollo del cultivo, pero el control de malezas resistentes desató una importante incidencia en los costos. El productor argentino se encuentra frente al desafío de una compleja ecuación económica financiera con el propósito de permanecer en la actividad.

Fuente: Punto Biz

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