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Glifosato en Gualeguaychú: Entidades rurales descartan la prohibición y piden más control

Para las entidades rurales entrerrianas es “extrema” la iniciativa que busca prohibir el glifosato en Gualeguaychú • El titular de Farer informó que en la reunión con ediles plantearon su preocupación por el “impacto perjudicialR
24/01/2018 09:50 hs

Para las entidades rurales entrerrianas es “extrema” la iniciativa que busca prohibir el glifosato en Gualeguaychú • El titular de Farer informó que en la reunión con ediles plantearon su preocupación por el “impacto perjudicial” que tendría la norma sobre el sector productivo local, y reclamaron más control del Estado.

Fuente: APF Digital

Representantes de las cuatro entidades del campo fueron escuchados este martes por concejales de Gualeguaychú, que solicitaron su opinión respecto al proyecto de ordenanza del Ejecutivo municipal que busca prohibir el uso de glifosato en el ejido de esa ciudad.

Al encuentro concurrieron Daniel Kindebaluc por Fedeco; Elvio Guía por la FAA; Raúl Boc hó por Farer; y Walter Feldkamp por Sociedad Rural.

Boc hó hizo un repaso de lo tratado. “Por un lado, planteamos que enfocar exclusivamente la preocupación en el glifosato es una visión muy reduccionista, que habría que tener una visión mucho más integral del tema, porque no es el único producto que se usa”, comentó.

Remarcó además que “el tema no pasa por las prohibiciones en el uso de los productos, que son todos aprobados por los organismos nacionales e internacionales, sino por la regulación y el control en el buen uso de ellos, en los lugares adecuados, con las condiciones de aplicación adecuadas, las maquinarias correspondientes”.

“Por otro lado, planteamos la preocupación por el impacto que tendría una medida como esta en las actividades productivas del ejido de Gualeguaychú, donde unas 15 mil hectáreas tienen uso agrícola”, expresó el dirigente rural. En ese sentido acotó que “hay muchos productores en el cinturón de la ciudad”, con “un cordón hortícola importante” y también “muchas actividades ganaderas que hacen uso del glifosato”. Por eso sostuvo que “prohibirles el uso sería dejarlos fuera de competitividad, principalmente porque no se les está ofreciendo ninguna alternativa productiva”.

Por eso las entidades del agro entienden que los esfuerzos deben apuntar a “una legislación general que englobe las buenas prácticas de uso de estos productos”.

• “Medida extrema”

“Fue una reunión positiva. Valoramos que un Concejo Deliberante se abra y escuche a distintos sectores antes de tomar una decisión”, remarcó Boc hó. “Fuimos escuchados, hubo intercambio, preguntas, aclaraciones. Ellos están haciendo una ronda de consultas, que incluyen al Inta, al Conicet y al Senasa. Sugerimos que también consulten a la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y a la Universidad de Concepción de Uruguay (UCU). Hay que tener una buena base de información técnica, dura, seria y acreditada, y manejarse con eso”, subrayó.

“Entendemos la preocupación, sobre todo en una ciudad muy sensibilizada con el tema ambiental como Gualeguaychú. Pero ésta es una medida extrema y no va a conducir a nada, porque el producto se va a seguir usando al otro lado del ejido. Y además va a tener un impacto muy perjudicial para productores y la economía de la zona, la cadena comercial y de generación de riqueza de Gualeguaychú”, advirtió el productor.

Además señaló que la ordenanza no sólo prohíbe el uso del glifosato en la ciudad, sino también su comercialización y almacenamiento. “Esto generará complicaciones. El producto no va a dejar de usarse porque está habilitado a nivel nacional, además es de uso frecuente y extensivo. Por lo tanto se va a terminar almacenando en lugares inadecuados y no en los establecimientos habilitados y con las normas de seguridad correspondientes”, señaló al respecto Boc hó.

• Control

“Me da la impresión de que hay una presión muy importante de grupos ambientalistas y de los medios, que está poniendo a los concejales en una situación bastante incómoda. Ellos entienden los planteos que se les hace desde la producción, pero por otro lado están en una sociedad muy sensibilizada”, expresó y entendió que existen “grupos con posiciones tan extremas y duras, que están generando una visión del sector productivo como envenenadores seriales, cuando en realidad somos gente de trabajo que vive en el campo y usa esos productos como herramientas de producción”.

Entendió que esos grupos tienen “una visión muy sesgada” y que “hay una hipersensibilización sobre el tema”. Aclaró que “los productos fitosanitarios, como cualquier producto químico, están diseñados para no causar problemas en la medida que se usen correctamente. El mal uso tiene potenciales riesgos, y es eso lo que debemos controlar. Ahí es el Estado el que tiene que estar presente para controlar”.

Tras señalar que “la provincia no tiene ni presupuesto, ni técnicos, ni medios de movilidad para hacer el control adecuado del cumplimiento” de este tipo de normas, Boc hó consideró que la salida pasa por que el Estado “se haga cargo” de ese control. Como ejemplo mencionó que “el proyecto de ley que tiene media sanción de Senado genera un fondo específico para el control y el seguimiento del buen uso de los productos en la provincia, y también para la capacitación de los productores y los aplicadores”.

Si bien consideró que el proyecto de ordenanza “tiene buenas intenciones” y “seguramente tiene buenas cosas para rescatar”, aseveró que para las entidades rurales “se debe poner más énfasis a un segundo proyecto que hay, que tiene que ver con la regulación del uso de los fitosanitarios en el ejido, y que no encapsula el tema en un solo producto, que es el glifosato”.

“Creemos que hay que tomar una visión abarcativa del buen uso de los productos”, opinó y consideró que además se deberá “sectorizar el ejido, con lugares donde esté prohibida la aplicación de productos fitosanitarios por ser netamente urbanos, y otros íntegramente rurales donde sí se pueda aplicar”.

“El tratamiento no puede ser tan generalizado. Hay que buscar las soluciones que permitan llevar tranquilidad a la gente, preservar la salud de todos y permitir que se siga produciendo en las áreas para producir”, subrayó el titular de Farer en diálogo con esta Agencia.

Por último, marcó una contradicción en los municipios, porque “por un lado están muy preocupados por cuánto les va a llegar del fondo nacional de la soja, y por el otro están combatiendo al cultivo”.

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