Hoy el animo del productor es “muy bueno, teniendo en cuenta que los precios han logrado un crecimiento muy importante desde octubre a la fecha” destacó Víctor Tonelli, asesor privado, en el marco de la jornada a campo llevada a cabo por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) en el establecimiento “Tacuara”, de La Paz, en Entre Ríos.

Al momento de analizar este corto período, el consultor explica que “los precios han subido entre un 75 y un 80% frente a una inflación anual que no pasa el 40% y una devaluación que, hasta ahora, lleva acumulado el 48%. Por lo tanto, la foto del animo del productor es buena. Los precios han recuperado posibilidades de renta y de incrementar márgenes, pero el productor sigue preocupado, ya que desde las políticas públicas no visualiza señales claras para que vuelvan las exportaciones. Sin ellas, la ganadería o cualquier negocio en términos de consumo, tiene posibilidades”. Y agregó: “Hoy el precio es bueno, sirve, pero la verdad es que no se sabe si se quiere invertir hasta no observar señales claras de que haya un cambio”.

En este sentido, el consejero del IPCVA sostuvo que al mirar a largo plazo “nos encontramos con un mundo que tiene una demanda que no está pudiendo ser debidamente satisfecha por los países oferentes y, en ese sentido, las carnes argentinas presentan al mercado internacional oportunidades extraordinarias”.

En cuanto a los porcentajes de consumo y de exportación, Tonelli explicó que “durante 40 años la media histórica ha sido 17,5% de lo producido con destino a la exportación, mientras que hoy no pasamos del 6%. Otro dato, Argentina en el año 2005 participaba con el 10% del total de las exportaciones internacionales y hoy está por debajo del 2%. Estos datos son dos señales muy claras que indican que el gobierno ha limitado y frenado las exportaciones”.

Si las exportaciones estuvieran abiertas, el especialista destaca que hay posibilidades de buenos mercados. “La demanda nos está esperando de brazos abiertos, habría que recomponer la estructura productiva que se preparó para producir animales jóvenes y livianos con destino al mercado interno y, de alguna manera, tienen que volver a recrear el proceso de recría, dejarlos más tiempo en proceso de producción y agregarle como mínimo entre 100 a 150 kilos más en términos de peso vivo. Esto llevaría no menos de un año. Las posibilidades están, pero Argentina va a tener que reformular el proceso de producción”.

La cuota 481, en la calculadora

El poder de compra que le da al importador europeo introducir carne en la UE mediante la 481 sin pagar aranceles (el Hilton paga 20%), se traslada en gran medida al frigorífico exportador.

“La cuota 481 tiene mucho más chance, porque como llevan una calidad muy superior de carne por animal faenado, alrededor de 16 ó 18 cortes que se comercializan a Uruguay. Se puede cumplir un contenedor que es una unidad mínima por barco con 120 animales, pera si ese contenedor va con destino a la Hilton se necesita cinco veces más, por lo cual con mucho menos animales uno puede cumplimentar un volumen importante de cuotas arriba de las 10 mil dólares la tonelada que es lo que puede cumplir nuestro país a lo largo del primer año. Cumpliendo el primer año de estar en la cuota, el impacto que genera al productor solo con observar lo que pasa en Uruguay, donde le están pagando 15% más que el precio que le pagan por novillo Hilton, es muy interesante y creo que estimularía este proceso de recría” señaló Torelli.

De la redacción de Campo en Acción