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Cadena Porcina Actualidad

Para Barrera, el eslabón industrial es una deuda que tiene la cadena porcina en la provincia

La producción de carne de cerdo creció fuertemente, pero la capacidad instalada industrial está todavía en deuda para poder dar cabida a esa creciente producción en la provincia. Marcelo Barrera analizó la cadena porcina entrerriana.
21/04/2015 22:38 hs

La producción de carne de cerdo tuvo en 2014 la mejor rentabilidad de los últimos años, porque hay variables que jugaron a favor del negocio porcino. Para Med. Vet. Marcelo Barrera, es por un crecimiento sostenido de la demanda interna y mantenerse el valor de los principales insumos (maíz y soja), factores que aseguraron “una rentabilidad interesante para el sector”.

Transcurrido el primer tramo de 2015, el profesional sostuvo que “se presenta un panorama tranquilo para la producción, aunque el sector arrancó el año heredando una buena rentabilidad de finales de 2014”.

En Entre Ríos hubo un crecimiento de los criaderos y se sumaron nuevas inversiones desde el sector agrícola que apuntan a darle valor agregado a la producción de granos. Barrera explicó que en Entre Ríos todavía se vienen desarrollando algunas inversiones, donde las fuentes de financiación no están tan aceitadas como si lo estuvieron hasta el 2014, es decir “hay muchos proyectos que están enmarcados dentro del FONDEAR, una herramienta del Estado Nacional, iniciativa que fue muy bien vista y donde se sumó gran parte de las nuevas granjas con el fin de ampliar la capacidad productiva. Hoy están con una expectativa tranquila respecto de los resultados de esta posibilidad”.

Con una participación del orden del 7% en la producción nacional, Entre Ríos es la provincia que más creció en número de madres en producción. “Para Entre Ríos haber aumentado 120% la producción porcina en relación a la que teníamos en 2009, es un récord a nivel país. Somos la tercera provincia a nivel de producción” indicó el consultor.

La cadena de la carne porcina ha experimentado un crecimiento importante en los últimos años. El consultor destacó que el consumo per cápita de carne de cerdo crece año tras año, mientras que el consumo interno de carne bovina retrocede. “Estamos hoy redondeando el consumo fresco o industrial alrededor de los 14 a 15 kilos por año. Esta es la expectativa que tenía el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) de llegar al 2020 con 16 kilos, y estamos muy cerca de cumplirlo. Sin embargo, uno percibe una capacidad de inversión, capacidad de crecimiento, pero estamos expectantes de lo que puede suceder hacia el futuro con una expectativa de cambio que puedan abrir las posibilidad de imaginar un escenario de exportación más cercano”.

Con la mirada puesta en los distintos eslabones de la cadena porcina, Barrera señaló que “hay un desbalance importante en lo que hace a los eslabones industriales. El eslabón industrial es una deuda que tiene la cadena en la provincia, ha crecido fuertemente en su capacidad de producción primaria y la capacidad instalada industrial esta todavía en deuda para poder dar cabida a toda esa producción nueva que está teniendo la provincia. Los capones que hoy se han incorporado productivamente al escenario están siendo faenados fuera de la provincia”. Y agregó: “Hay dos o tres proyectos para desarrollar la cadena industrial, espero que se den las condiciones para que estos proyectos puedan llegar a buen puerto, haya financiamiento y se puedan finalmente desarrollar para captar esa multiplicación de valor agregado que hoy se está perdiendo”.

Según el consultor, muchos de los proyectos que iniciaron el proceso de crecimiento lo están haciendo con recursos propios. “El último semestre ha sido muy bueno, sumamente positivo. Hay varias variables que jugaron en favor del negocio porcino, básicamente un crecimiento sostenido de la demanda interna, un mantenimiento del precio de su principal insumo (maíz y soja), lo cual redundo en una rentabilidad interesante y permitió que muchos emprendimientos tomaran la iniciativa de crecer si no fuera con el apalancamiento financiero externo con recursos propios”.

El mapa productivo se ha generalizado en la provincia, hoy “la porcinocultura no está atada a los centros industriales ni a condiciones particulares, donde efectivamente haya posibilidad de tener maíz y soja puede haber porcinos perfectamente, aunque diría que es casi una necesidad que haya porcinos cuando estos cereales están lejos del puerto. En el agregado de valor, la transformación en carne porcina es una de las mejores opciones desde el aspecto productivo y el económico. Esto hizo que la porcinocultura se haya expandido a nivel territorial hacia el norte entrerriano, por ejemplo en el departamento Feliciano hay cuatro o cinco proyectos importantes y también creció hacia la costa del Uruguay en forma importante. Hoy tenemos una distribución que no responde a un esquema industrial, de demanda ni de logística, básicamente donde estén los insumos y la capacidad de ser transformados en carne allí va a estar presente la porcinocultura”.

De la redacción de Campo en Acción

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