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Análisis Ganadero Actualidad

El valor de la carne, a la cola de otros alimentos y servicios

En los últimos dos años, la carne al mostrador subió 65 por ciento. La inflación acumulada fue de 81 por ciento. En la primavera de 2015, los precios de la hacienda, tanto gordo como invernada, subieron en forma anticipada al cambio de Gobierno.
25/11/2017 11:45 hs

En los últimos dos años, la carne al mostrador subió 65 por ciento. La inflación acumulada fue de 81 por ciento. En la primavera de 2015, los precios de la hacienda, tanto gordo como invernada, subieron en forma anticipada al cambio de Gobierno.

Fuente: Agrovoz - Ignacio Iriarte

Se produjo una fuerte retención, con la idea generalizada de que cualquiera fuera el ganador en las elecciones, la política ganadera iba a cambiar, y para bien. Si tomamos como base octubre de 2015, justo antes de las subas por expectativas, se observa que el IPC subió un 81 por ciento, mientras que el precio del novillito (350-390 kilos) en Liniers subió un 61,4 por ciento y el precio del ternero de invernada lo hizo sólo un 53 por ciento. En ese momento el maíz era muy barato y la relación de compraventa era del 33 por ciento, muy favorable para el ternero.

Desde el punto de vista de los costos, debe decirse que el índice de insumos ganaderos que calculamos desde hace más de 30 años, subió un 60 por ciento desde noviembre del 2015.

Pero los costos calculados por el Ministerio de Agricultura para una explotación de cría de la Cuenca del Salado, entre agosto del 2015 y agosto del 2017, subieron un 85 por ciento. En el Modelo de Ciclo Completo que sigue el Ministerio (Sudoeste de Buenos Aires), en el mismo período los costos subieron también un 85 por ciento.

Factor dólar

El tipo de cambio neto para la carne vacuna, que se benefició primero con la quita de retenciones, y más recientemente con el otorgamiento de reintegros, subió desde octubre del 2015 un 120 por ciento.

Esta devaluación ha permitido que desde octubre de 2015 el precio del novillo pesado haya subido en pesos un 76 por ciento: más que la hacienda de consumo en Liniers. Y que el valor del novillo en dólares haya caído en dos años de 3,70 a 3,40 dólares por kilo en gancho, achicándose significativamente el sobreprecio del novillo (en dólares) de la Argentina con respecto a nuestros competidores del Mercosur.

El tipo de cambio (libre) subió en el mismo período un 87 por ciento. El precio de la carne al mostrador (Indec) subió desde octubre del 2015 un 65 por ciento, unos cuatro puntos porcentuales más que lo que lo hizo el novillito en pie.

Se puede atribuir esta ampliación de la brecha productor/consumidor a la caída en el valor de los subproductos, al encarecimiento de la logística y de los costos de faenamiento, y al hecho de que muchos matarifes y frigoríficos que antes no pagaban impuestos, ahora lo están haciendo. Y eso se refleja en el precio de la carne.

Debe observarse que el precio de la carne al mostrador en los últimos dos años ha subido un 65 por ciento, contra un 81 por ciento que lo hizo el IPC.

Muchos operadores adjudican la firmeza de la demanda por carne vacuna de los últimos meses no sólo a la incipiente recuperación de los salarios reales y de la actividad económica, sino también a la percepción general de que la carne vacuna está “barata”, que su precio ha crecido menos que otros alimentos o que muchos servicios.

Mercado internacional

Según la publicación uruguaya Faxcarne, en enero-octubre del corriente año las exportaciones de carne vacuna de los cuatro países del Mercosur más Australia y Estados Unidos, resultan un siete por ciento más altas que el año anterior, mientras que el precio FOB promedio ponderado se ubica un 4,3 por ciento por encima de igual período del año anterior.

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