El 7 de julio abre el calendario de remates especiales de cabañas y Coembotá hace punta desde las 14 horas en la feria María Dolores, de General Ramírez.
El establecimiento de Francisco “Pancho” Calderón y su familia concretó, -en consecuencia-, su habitual día de campo a puertas a abiertas para que sea posible apreciar los ejemplares Angus, 40 toros y 330 vientres, que se venderán en la consignataria de Etchevehere Rural.
“Estoy encantado de que vengan, este es el noveno remate que damos en María Dolores y mostrar lo que llevamos es un placer” definió el experimentado productor a Campo en Acción. A la hora de poner en estado público la tradición recordó que su familia vive y genera riquezas en el ese establecimiento del Departamento Victoria desde hace 130 años. “Mi abuelo y mi padre eran invernadores de ganado general y en 1968 le compro las primeras 25 vacas preñada a un vecino, Francisco Reggiardo y ahí empiezo con la cabaña. Ahora ya vamos por la cuarta generación aprendiendo a producir carne”.
Lo cierto es que sus productos han salido a servir en campos del país, Brasil y Uruguay; y el cabañero llevó sus conocimientos a lugares como Escocia y Estados Unidos. Ponderó que “en esta actividad hay mucho de pasión y algo de suerte ya que, en mi primera presentación, en Concordia en 1974, me fue muy bien y ahí empezó el crecimiento, conociendo gente y mejorando. Soy un agradecido de la familia que siempre me apoyó, a mi hermano y mis sobrinos; y al personal que son quienes hacen todo el trabajo de forma impecable”.
Al revelar algunas de sus estrategias dijo que “en Coembotá usamos el ojo novillero para producir animales que sirvan en el campo, que sean útiles, porque la calidad es todo y para lograrlo hay que dedicar tiempo e inversión. Pero la gente hace la diferencia, tengo lo que tengo gracias a ellos”.
Sus sobrinos, Francisco y Carlos, se anotaron en la conversación para aportar que el trabajo en familia es una norma. Francisco contó que “toros y vientres se producen bajo pastoreo y pasturas de invierno y verano, con algo de suplementación de los reproductores poco antes de salir a la venta. La tarea es rigurosa y meticulosa. El día a día intenso”.
Como sea, el objetivo es obtener una producción rústica, adaptable a cualquier ambiente. Queda claro que los animales de elite no son un objetivo en el lugar.
Carlos, en tanto, especificó que “la generación de información es importante, la cabaña provee todos los datos de los animales que salen a la venta y eso hace la diferencia”. Y fue los bifes al razonar que “trabajamos un rodeo de 250 madres y en 45 días logramos el nacimiento de 100 terneros, que no es una marca menor. Hoy, elegir un toro por datos y fenotipo repercute para bien en el negocio, se obtienen buenos nacimientos con mejores pesos al destete”.
Del entorno, todos coincidieron al indicar que llegan al remate del 7 de julio con una sequía pronunciada detrás; pero que no debería hacer mella en la elección de la genética que “siempre hace la diferencia porque se impone seguir invirtiendo”.
Por su parte, Delfina Etchevehere aportó que en cuanto a las condiciones de comercialización la pre oferta del remate será desde las 10 horas del viernes 30 de junio y las 18 horas del jueves 6, con un beneficio de 5% de descuento; cosa que suma un atractivo al momento de proponer de antemano.
La representante de la consignataria sumó que “a fuerza de mucho sacrificio los animales llegan muy bien al remate y en lo económico se sostendrá el plazo de 90 días y un descuento del 20% por pago contado”. Avisó que también habrá venta con tarjeta. Todo dicho. El 7 de julio, desde las dos de la tarde, hay cita en María Dolores.
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