El Día de la Conservación del Suelo se conmemora este 7 de julio y el Colegio de Profesionales de la Agronomía aprovechó la fecha para concretar un encuentro interinstitucional de cara a la necesaria activación de políticas que vuelvan a colocar a la provincia en posiciones de liderazgo.
Una ley de arrendamiento que diferencie a los productores de los dueños de la tierra que no trabajan es una asignatura pendiente si el plan es avanzar. Una concresión es el despegue de las Buenas Prácticas Agropecuarias con incentivos, que recién da sus primeros pasos.
Campo en Acción fue parte del foro que reunió a expertos ligados a la academia, la ciencia, la aplicación de las leyes vigentes y, lo más importante, el trabajo a campo; que como dijo el docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Mariano Saluzzio, “el productor es, en definitiva, quién decide y lleva a cabo la conservación del recurso”.
Alejandra Altamirano, decana de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Concepción del Uruguay, sumó que “la conservación del suelo como recursos no renovable es fundamental desde lo ambiental y es el sustento de nuestros cultivos. Pensamos en las generaciones futuras, hoy el ingeniero tiene todas las herramientas para cumplir esta tarea esencial de asesoramiento al productor”.
Javier Noir, de la entidad anfitriona, aportó que “motivamos e incentivamos siempre, a colegas y productores, en el cuidado del suelo. Entre Ríos fue pionera en este tema, la Ley 8318 hizo incapié en el fomento de la conservación y fue una referencia nacional. Ahora perdimos esta posición de liderazgo y eso nos preocupa. Con INTA, la Facultad y el Gobierno de Entre Ríos trabajamos para avanzar, buscamos herramientas posibles en implementación de nuevas técnicas. Hay más de un millar de profesionales matriculados pero especializados somos unos 30, deberíamos ser más”.
Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Jorge Gvozdenovich, especificó que “empezamos a cambiar el enfoque de la conservación, con una visión de cuenca, no solamente de lote. Se tiene en cuenta el ambiente, los caminos y desagües, por ejemplo. En la cuenca del arroyo La Ensenada, que abarca unas 70.000 hectáreas, el objetivo es demostrar que si logramos sistematizar esa cuenca por completo no sería necesario dragar el puerto de Diamante como se hace actualmente y quedaría habilitado para chatas como sucede en Brugo. Además evitaríamos que los camiones que van de Paraná a Rosario dejen de transitar 200 kilómetros porque tendrían que ir solo a Diamante. En este sentido también trabajamos en la región de Crespo y sus aldeas, contamos con siete millones de pesos para diseñar el proyecto de conservación.”
Por el andarivel del gobierno provincial, Mariano Farall, ponderó que “el cuidado del suelo es política de Estado, las prácticas conservacionistas están reguladas por ley y ahora se suman las Buenas Prácticas Agropecuarias respaldadas por un decreto del gobernador Gustavo Bordet que puso en marcha el Programa Productor Agropecuario Sustentable Entrerriano. Se trata de un incentivo a quién hace las cosas bien.
El decano de Agropecuarias, de Oro Verde, Pedro Barbagelata, describió que “en la formación del profesional la conservación es fundamental. Trabajamos con todas las instituciones del sector para dar una enseñanza integral desde hace 30 años. La tradición de Entre Ríos en materia de conservación es notable. Hacíamos, sin embargo, una observación crítica en torno a la escasa actividad y esa realidad se ha revertido. La comisión provincial de manejo de suelos ahora funciona muy bien, pero necesitamos un empujón para quedar a la par de provincias y países vecinos que avanzaron mucho en planes de conservación”.
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