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Glifosato

De Angeli: “La prohibición del glifosato se basa en una postura ideológica. Invito a debatir sobre bases científicas ”.

11/05/2019 20:23 hs

La agricultura argentina está atravesada por un conflicto de baja intensidad. En un rincón, los ambientalistas reclaman la prohibición del glifosato y otros agroquímicos y establecen restricciones para el uso de los pulverizadores. En la esquina opuesta, los agricultores reclaman el derecho a producir alimentos.

El senador Alfredo De Angeli proviene de una de las provincias más conflictivas, Entre Ríos. Él, un líder de la Federación Agraria Argentina (FAA) que representa a los pequeños y medianos agricultores, se encuentra en medio de la tormenta.

El año pasado, el Consejo Deliberativo de la ciudad de Gualeguaychú aprobó una orden que prohíbe el uso y la comercialización del glifosato en el área urbana. Pero el problema es que, formalmente, el "área urbana" implica 33,000 hectáreas, de las cuales la ciudad ocupa solo 300 hectáreas. Las 32.700 hectáreas restantes se utilizan para cultivos y producción ganadera.

"Es un orden ilógico porque la producción, comercialización y uso de glifosato está autorizado por el Servicio Nacional de Salud y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que es la autoridad nacional que rige la seguridad de los agroquímicos", dice De Angeli en un diálogo con www.efarmnewsar.com.

"Claramente no es una prohibición basada en pruebas científicas o académicas, sino en una postura ideológica", dice De Angeli. Piensa que las ONG ambientales responden a los partidos de izquierda que luchan contra la agricultura o el sector rural, basándose en una animosidad ideológica.

El sindicato local de agricultores (FAA, Sociedad Rural, Confederación Rural y Confederación Agrícola-Cooperativa), junto con los agricultores perjudicados por la prohibición, están litigando contra la Autoridad de Gualeguaychú, reclamando el levantamiento de la prohibición.

"Es increíble, pero fue muy difícil para nosotros obtener la representación de abogados en la Ciudad, y de hecho, deberíamos haber apelado a abogados de otra ciudad", explica el Senador. Sucede que, dado que la lucha ambiental se considera "políticamente correcta", nadie quiere quedarse del otro lado.

Pero el asunto de Gualeguaychú no es el único problema para los agricultores en la provincia de Entre Ríos. El Tribunal local aceptó el reclamo de dos ONG ambientales y dictaminó que los agricultores no pueden aplicar agroquímicos a 1.000 metros de una escuela rural, por medios terrestres, y 3.000 metros por medios aéreos. Esto se conoce como "zona de exclusión", e implica que 300,000 hectáreas de granja se vuelven improductivas.

“Invito a los líderes ambientales a debatir, pero a un debate basado en una base científica y académica. No podemos aceptar que la libertad para cultivar se corte sobre una base ideológica ", afirma el senador De Angeli.

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