
En la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina agarraron la planilla de cálculos y la hicieron de goma hasta calcular que la cena Navidad en este 2002 costará 10 veces lo que valía un lustro atrás. Ponderan que por la inflación se perdieron, por ejemplo, 24 postres de maní, 14 pan dulces, 59 garrapiñadas y 52 turrones. Es más, en 2017 con 1.000 pesos era posible adquirir cuatro potes de helado industriales y hoy ninguno.

David Miazzo, economista de la entidad, contó que “analizamos una cena bien argenta, con un asadito, ensalada, gaseosa, un heladito de postre, un brindis y algunos productos dulces. Esta celebración típica en cualquier hogar argentino en 2017 costaba 630 pesos, en 2021 costó 3.240 y hoy sale 6.030 pesos”.

Aportó que el 2022 cerrará con una inflación del 91% y la expectativa es un piso del 100% para 2023. “Los salarios vienen muy golpeados, han perdido el 22,5% del poder de compra desde diciembre de 2017. Esto significa que si una persona podía comprar cuatro kilos de algún producto, en promedio hoy sólo puede comprar tres con su salario. Esto sucede porque es muy difícil que los salarios se puedan mantener al ritmo de los precios en una economía que no crece y tiene niveles de inflación altos”, ejemplificó Miazzo.

Durante el 2022, de marzo en adelante, la inflación ha sido del 6,2% en promedio, con un mínimo en el 5% de mayo y un máximo en el 7,4% de julio. “El problema es que no hay indicadores que hagan pensar que la inflación va a bajar. La cantidad de pesos que hay en la economía sólo crece, por lo que su valor sólo puede caer. El tipo de cambio oficial viene creciendo los últimos 3 meses a un promedio del 6,2%, por lo que le pone un piso a la suba de precios de productos que se exportan o importan”, comenta el economista.

A un año y medio de su lanzamiento, el Changómetro, -tal la denominación que la Fundación adjudicó a sus mediciones de la inflación-, ha dejado en claro que la inflación afecta a todo tipo de productos y rubros: suben los alimentos, los productos de limpieza, la nafta, la ropa, los servicios y así se podría seguir.

En relación a la ropa y el calzado, las mismas prendas que en 2017 salían 1.000 pesos, hoy cuestan 11.303, 11 veces lo que costaba.
Pasa igual con una compra de súper, el mismo changuito, con los mismos productos que hace cuatro años costaba 1.000 pesos, hoy asciende a 9.430, 9 veces lo que costaba.
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