El yuyo colorado ya está presente en todas las regiones productivas: en el ciclo 2018/19 esta especie afectó el 53% de los lotes relevados por la plataforma DAT (Datos Agrícolas Trazados CREA).

Además, en muchas zonas el problema de malezas incluye a varias especies, complejizando así el manejo de las mismas en lo que respecta a definición de estrategias de control y toma de decisiones.

Malezas más problemáticas por región CREA. Campaña gruesa 2018/19. DAT

Algunas especies se encuentran con mayor frecuencia en regiones puntuales a partir de características propias de ambientes que brindan las condiciones óptimas para que se desarrollen; tal es el caso de las crucíferas en Mar y Sierras (71% de los casos), Echinochloa en Litoral Sur (59%), y sorgo de Alepo en Córdoba Norte (43%) y Norte de Santa Fe (59%).

Según datos relevados en el DAT CREA y publicados por VALOR SOJA, en la última campaña gruesa 2018/19, a nivel de todo el Movimiento CREA, el 17% de la superficie agrícola relevada (1,24 millones de hectáreas) informó haber tenido dificultad para controlar malezas en sus lotes. Las regiones de Córdoba Norte y NOA fueron las que registraron los mayores valores con más del 50% y 30% de su superficie afectada con esa problemática respectivamente.

El manejo de malezas en los cultivos sigue siendo uno de los principales desafíos a la hora de producir. Las diferentes malezas compiten con el cultivo de cosecha por recursos y, dependiendo de la especie que se trate, pueden liberar sustancias alelopáticas al medio que afectan el crecimiento del cultivo o causar mermas en el rendimiento por algún efecto no deseado promovido por alguna práctica de manejo.

En lotes de cultivos de granos gruesos de la región Córdoba Norte que en 2018/19 declararon problemas de malezas se evidenció una merma promedio de 204 kg/ha de soja respecto de aquellos que no informaron inconvenientes. En maíz esa pérdida se tornó aún más significativa para llegar a un promedio -1504 kg/ha.

En muchas regiones CREA la inclusión de un cultivo durante el invierno (ya sea con o sin finalidad de cosecha) fue una estrategia de gran ayuda para el manejo de malezas en lotes con cultivos de soja y maíz.