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CONSUMO

En 70 días de restricciones para vender carne al mundo, los cortes al público aumentaron hasta el 8%

El cese de las exportaciones no impactó en los precios de las carnicerías.
El cese de las exportaciones no impactó en los precios de las carnicerías.
12/08/2021 17:22 hs

Luego de 70 días de cierre de exportaciones al 31 de julio, en el mes de abril la carne en el mostrador aumentó el 6% en junio y el 8% en julio, a pesar de la caída del precio de todas las categorías en el Mercado de Liniers de un 4% la carne en el sector minorista solo retrocedió entre 0,9% y 2%. La sentencia es correlato del análisis sectorial encarado desde la Cámara de la Ibdustria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina.

Ponderan, además, que en julio de 2021 la industria frigorífica faenó 1,06 millones de cabezas de hacienda vacuna. En relación al mes anterior el nivel de actividad cayó 4,1%. En tanto, en la comparación interanual la retracción fue de 14,3%.

En otro tramo del documento consideran que el cierre de exportaciones de carne se realizó el 20 de mayo, es decir transcurrieron 70 días. El objetivo declarado por los funcionarios era que el precio de la carne al público bajara. Como anticipáramos todos los actores de la cadena, no era la solución dado que nos encontrábamos en un problema de restricción de oferta producto de la muy abultada emisión monetaria. Frente a la pérdida de valor de nuestra moneda, los productores, a pesar del precio creciente de los terneros de destete, siguieron comprando y convalidando el aumento sostenido durante el año 2020, hasta que duplicó su valor, pasó de 105 pesos por kilo a los 220 actuales. Al mismo tiempo el valor del maíz también se duplicó y de los ocho pesos por kilos en marzo 2020, hoy se ubica en los 18.

Este proceso obligó a los productores de terneros de entre 320 y 330 kilos a hacer una recría a campo que es mucho más lenta y demora alrededor de ocho meses. Esto es lo que genera la crisis de oferta de ganado de consumo, por lo que a pesar de haber explicado a los funcionarios este proceso cerraron las exportaciones sin ningún resultado en el precio de la carne al público.

A partir de la primavera de 2018 la política monetaria fuertemente contractiva encarada por el Banco Central para recuperar la estabilidad macroeconómica, llevó la tasa de interés real a un nivel incompatible con el negocio pecuario. En aquel momento el ciclo ganadero ingresó en una nueva fase contractiva. La creciente participación de las hembras en la faena total fue evidencia de ello, alcanzando un pico de 52,3% en el segundo trimestre de 2019 (similar al pico de la fase contractiva de 2007-2009). Luego, con la interrupción abrupta de esa política monetaria tras las elecciones de 2019, el proceso de liquidación comenzó a perder intensidad, aunque la participación de las hembras en la faena total continuó siendo muy elevada hasta junio de 2020.

Todo esto se reconfirmó con la publicación de los números de existencias bovinas del Senasa. Es decir, entre 2018 y 2019 por la política contractiva del gobierno de Macri se perdieron 547.050 cabezas. La pérdida producida por la sequía entre 2019 y 2020 fue de 943.300 cabezas.

En consecuencia, la participación de las hembras en la faena total descendió a 43,9% en el séptimo mes del año.

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