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Sustratos

En Cuyo desarrollan una tecnología útil para cualquier cordón hortícola

Diseñan sustratos inteligentes a partir de residuos de la agroindustria.
Diseñan sustratos inteligentes a partir de residuos de la agroindustria.
16/05/2024 09:39 hs

El sector viverista nacional presenta dificultades en la producción de plantas por la mala calidad de los sustratos y tal cosa implica pérdidas económicas debido a las fallas en el crecimiento, germinación, enfermedades, lo que representa un mayor uso de insumos, trabajo y energía.

Frente a este escenario, surgió la idea de transformar los residuos orgánicos en sustratos inteligentes. Convertir este proyecto en una tecnología con beneficios para la comunidad es el objetivo de Agrobio Loop S.A., la primera empresa de base tecnológica -EBT- incubada en el Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA.

“Estamos en permanente desarrollo e innovación. Nuestro insumo principal es el conocimiento”, señaló Cecilia Salinas, especialista en el desarrollo de bioproductos a partir del reciclaje de residuos orgánicos. Y agregó: “Nuestra propuesta de valor se encuadra en ofrecer sustratos de alto rendimiento, sustentables, con diseño biotecnológico, funcionales y precisos para cada especie y momento vegetativo, a partir de un subproducto sin valor”.

Según detalló, “a partir de los residuos de las diversas agroindustrias diseñamos sustratos inteligentes para plantas cultivadas en viveros. Son considerados inteligentes porque se crean especialmente para cada especie de planta y su necesidad según el momento fenológico: ya sea para la etapa de la germinación, de la plantación o de crecimiento”.

A su vez “estos sustratos inteligentes presentan valores de productividad, de expresión vegetativa y de germinación para esas especies significativamente altos respecto a los sustratos que se preparan sin esta tecnología y sin este conocimiento”.

Salinas dio un paso más al especificar que “los sustratos tienen un diseño preciso y específico según los requerimientos de cada especie vegetal teniendo en cuenta, además, las características del lugar donde serán cultivadas, así como del mercado en el que se comercializará esa especie vegetal”. Además, agregó: “Se obtienen a partir de las diversas transformaciones biológicas que genera el compostaje, así como el uso de la composición de microorganismos benéficos y funcionales”.

Por su parte, Analía Díaz Bruno celebró esta idea proyecto de triple impacto positivo para la región: económico, ambiental y social que logró convertirse en una tecnología disponible para la comunidad.

Para Díaz Bruno, “se trata de un desarrollo biotecnológico de gran impacto y con características únicas que lo distinguen del resto de los productos disponibles en el mercado”. En este sentido, reconoció la importancia de “transformar un residuo en un insumo que, al agregarle valor, se obtiene un producto único, de calidad, con alto potencial y disponible para la sociedad. Un verdadero ejemplo de economía circular”.

Científicos emprendedores con mirada de negocio

El Nodo se puso en marcha hace un año y, desde ese entonces, se acompañan las ideas proyecto de las empresas de base tecnológica de la región. “Fomentamos que los científicos se conviertan en emprendedores y transformen sus ideas en tecnologías”, señaló Díaz Bruno.

En este punto, subrayó la idea central es “trabajar con innovación abierta, transformando desde la ciencia los proyectos y hallazgos científicos en tecnologías disponibles para la sociedad con un impacto positivo en el desarrollo local”. “Transformarnos ciencia en tecnología”, subrayó Díaz Bruno.

Los nodos son espacios institucionales donde ideas y proyectos referidos a un área temática particular o a una región específica o a una combinación de ambas, con alto potencial de escalamiento, puedan encontrar soluciones en el proceso de innovación.

Con un financiamiento otorgado por el Banco Mundial (BIRF 9313), el INTA trabaja en la consolidación de las experiencias de IncuINTA –Buenos Aires– e IncuVA –Santa Fe– y la creación de los nodos como Innovación Cuyo MicroBioTech, Incunoa y Nodo de Innovación Patagonia (NIP), donde el ecosistema de innovación agrobioindustrial es particularmente dinámico.

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