Los ovinos se abren lugar en el mercado a fuerza de calidad y precio. La comercialización de a poco supera el umbral de los corderos para disfrutar en festividades o reuniones sociales especiales, para aparecer todos los días en las carnicerías y en forma de cortes. Obvio que en la elección influye el precio, al compararlo con la carne de novillo.
Ese proceso de transformación del mercado impulsa a los productores y profesionales de ramo a dar el salto de calidad y van a abandonando las formas marginales de cría para sumar los rebaños a procesos de manejo que arrojen mejores índices de conversión.
En la cresta de la ola están los especialistas que le dan rienda suelta a la investigación genética. Mariano Ferreira, del Módulo Ovino de la Experimental Paraná de INTA, habló con Campo en Acción del proyecto que lo tiene involucrado hasta la coronilla denominado Resistencia Natural de los Parasitos Intestinales en Ovinos , combate de los parásitos que se llevan hasta la vida de los animales si no son atacados como es debido.
“Las parasitosis causan grandes pérdidas en recría y madres. Entre Ríos es una zona que favorece la sobrevida de un gusano en particular, que cuando hay calor y humedad se encuentra en su mejor espacio” definió el experto. La lucha tiene alcance nacional, involucra incluso a la Facultad de Ciencias Veterinarias y Agrarias de Esperanza dependiente de la UNL, y se ejecuta por medio de una red de profesionales en diversos puntos de la Argentina. Hacen seguimientos, eligen los ejemplares naturalmente más resistentes y buscan el gen que les da esa condición de ralentizar el acecho del flagelo.
Ferreira dijo que “la enfermedad no presenta muchos síntomas, se nota en la detención de la ganancia de peso y de un momento a otro en la recría aparecen los animales muertos. Si se identifica el gusano hay que tomar medidas urgentes, cuidando las dosificaciones por la resistencia del parásito. El manejo integrado es la clave”.
Contó que los productores conocen el problema porque lo padecen y están preocupados. Y puntualizó que trabajan con cabañas que se sumaron al proyecto porque entienden que esta problemática es seria. “Uno nunca sabe que puede pasar en biología. Lo que buscamos es el gen de la resistencia natural”, tiró el especialista.
Guillermo Fernández, de la casa de altos estudios de la Universidad Nacional del Litoral, puso en valor que “este trabajo es muy importante para la actividad en el país, porque los parásitos generan hasta el 70% de las mortandades y nuestro objetivo es minimizar ese daño”.
El investigador dejó en claro que un mal tratamiento multiplica la resistencia y definió que “el parásito ataca más a los corderos porque aún no tienen del todo desarrollado su sistema inmunológico.
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