Cuando en el 2016 Germán Liendo se instaló en Paraná, un evento climático sacudió el Parque Hortícola Municipal y le llevó las instalaciones que había montado para producir bajo cubierta. Su inicio en la capital entrerriana fue, en rigor, con un recomenzar inmediato.
Desde entonces es visitado cada tanto por Campo en Acción y siempre en plan de saber más sobre una cadena que tiene mucho por dar en la región. Tanto que, como se dijo incontables veces, Entre Ríos jamás logra aproximarse al umbral del autoconsumo. “En Paraná andaremos por el 20% y en el interior mucho menos” aporta el profesional mientras deja ver sus tomates y pimientos en plena forma, durante una jornada de verano con 36 grados a la sombra.
Sentencia, que “el sector tiene que crecer”. Enumera que hay mucho por hacer técnicamente, lo mismo que en materia de organización de los productores, apoyo financiero y asesoramiento. “Estamos a medio camino de formar una asociación de productores del Parque Hortícola, y lo vamos a lograr solamente con el acompañamiento del Estado, para nosotros solos en muy difícil”, determinó.
Dueño de un caudal de conocimientos un tanto inédito en la región, -fogoneado desde su múltiple condición de curioso natural, ingeniero agrónomo y productor hortícola-, Liendo asegura que “este sector es interesante, me encanta, trabajar la huerta, es duro, hay calor, frío y lluvias, pero con eficiencia se puede vivir de esto, pasan cosas como en cualquier industria y hay que saber gestionarlas”.
Su fruto preferido es el tomate, que describe como desafiante técnicamente, que requiere mayor inversión, precisos tiempos de cosecha y dotado de gran cantidad de variedades por lo que, razona, “hay que estudiar siempre”. Ponderó que, en cuanto a enfermedades hay que estar atentos y monitorear bastante; “este año, por ejemplo, aparecieron moscas blancas y polillas. Hay también alternativas de manejo, pero estudiándolas antes, siempre”.
Cuando se pone del otro lado del negocio elige indicar que las exigencias del consumidor son constantes, y que “en mi casa comemos lo mismo que vendemos”. De manera que para manejar como es debido a las plantaciones su misión es un continuo aprendizaje.
Por estos días su atención también es captada por la hidroponía, técnica de cultivo que están desarrollando en el Parque con sus propios conocimientos profesionales y asistencia del municipio. Subrayó, en principio, que “comparando con producciones de campo, a cielo abierto, la hidroponía produce más frutos con el 20% de consumo de agua y se puede hacer en cualquier parte. El cuello de botella es la inversión inicial”.
Al abordar su propio establecimiento dejó una especie de auto retrato profesional: “Estoy conforme con mis índices de productividad, hago tomates, pimientos y, zapallitos en su momento. Me dedico por completo a esto, me falta un montón, pero todos los días aprendo. La rentabilidad pasa por los índices de producción. Yo vivo de esto, hago lo que me gusta y le dedico tiempo”.
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