La ciudad de Entre Ríos do Oeste, en el interior del estado de Paraná, al sur de Brasil, ha sido tradicionalmente conocida por dos cosas: ser un lugar con más cerdos que personas, y por sus instalaciones para deportes acuáticos, lo que refleja su proximidad al río Paraná.

Ahora, sin embargo, la ciudad está recibiendo atención por su política progresiva de energía verde, que ha establecido un punto de referencia para la sostenibilidad, ejemplo sobre cómo la digestión anaeróbica y el biogás pueden constituir el núcleo de la economía circular.

La razón es la apertura de una mini central eléctrica de biogás y una red de gas localizada, que abastece a los 72 edificios municipales de la ciudad con electricidad creada a partir de abonos en 18 granjas locales.

Un catalizador clave para el acuerdo fue el Ayuntamiento, que ofrecía un precio garantizado para el biogás.

La red pionera establece un plan para ubicaciones donde no hay una red de gas natural establecida.

Rodrigo Regis de Almeida Galvão es el CEO del Centro Internacional de Energía Renovable (CIBiogás) que desempeñó un papel fundamental en la entrega del acuerdo.

CIBiogás es una institución científica, tecnológica y de innovación que promueve la gestión de residuos orgánicos como fuente de energía renovable.

“Si bien el mayor consumo de gas natural y grandes tuberías de gas se encuentra en la costa brasileña, el gran potencial para la producción de biogás en Brasil está en el campo. Brasil ha ampliado el uso del biogás como fuente de energía renovable y despachable», valoró Regis de Almeida Galvão.

Y estimó que «CIBiogás estima que el biogás tiene el potencial de satisfacer el 36% de la demanda de electricidad de Brasil».

La cría de cerdos es la principal actividad económica en el municipio de Entre Ríos do Oeste. Con una manada total de 155,000 cerdos, la cantidad de cerdos es 32 veces mayor que la cantidad de habitantes, 4,900, según la Agencia de Defensa Agrícola de Paraná (ADAPAR).

Convierte al municipio en el cuarto mayor productor de cerdos en el estado de Paraná y el 16º más grande en Brasil.

Dicha producción porcina a gran escala crea naturalmente una gran cantidad de estiércol, que libera metano que cambia el clima a la atmósfera, olores desagradables y puede representar una amenaza de contaminación para las vías fluviales.

La propuesta fue apoyada por los agricultores locales, la Compañía de Energía Paraná (COPEL) y los ejecutores fueron el Centro Internacional de Energías Renovables (CIBiogás) y el Parque Tecnológico Itaipu (PTI).

Una vez sancionado por ANEEL, permitió a COPEL invertir R $ 17 millones (US $ 4,4 millones) en el proyecto de Investigación y Desarrollo (RD).

La red localizada comprende una tubería subterránea de 20,6km que conecta a los 18 agricultores participantes con una planta de energía central, dos generadores de 240kW.

Se utilizan cinco gasómetros para igualar el envío de gas desde las propiedades a los motores.

El municipio asume la responsabilidad del mantenimiento de la tubería y la mini planta de biogás.

El rebaño porcino que actualmente suministra sustrato para la planta es de aproximadamente 40,000 fuertes, generando alrededor de 215 toneladas de estiércol cada día que se transforma en 4.600 m³ / día de biogás y 200 m³ / día de biofertilizante (ambos volúmenes estimados).

Durante un mes, el biogás produce 250MWh de energía, suficiente para satisfacer las necesidades de todos los edificios públicos en Entre Ríos do Oeste.

El acuerdo representa un ahorro mensual de más del 10% en las facturas de energía del municipio.

Toda la energía producida se inyecta en la red de la empresa eléctrica local COPEL, que a su vez suministra créditos de compensación al Ayuntamiento.

El acuerdo dependía de que el Ayuntamiento ofreciera un precio garantizado por el biogás entregado.

La ciudad prevé que en el futuro será posible aumentar la producción de energía y biofertilizantes, ya que dos tercios del rebaño existente en la región aún no se han unido a la cadena de suministro de biogás.

Fuente: Energía Estratégica