El uso de nanofertilizantes nitrogenados surge como una solución innovadora con potencial para reducir las pérdidas de nutrientes, mejorar la productividad y la eficiencia de uso de los recursos. Con el desafío de aumentar la productividad real de trigo, maíz y café, un equipo de INTA en conjunto con la Universidad Nacional del Litoral y Conicet investiga sobre la recuperación del nitrógeno al reemplazar fuentes nitrogenadas convencionales por nanofertilizantes.
Los primeros resultados del proyecto se obtuvieron en Entre Ríos, en tres ensayos realizados en parcelas experimentales de Concepción del Uruguay. La próxima etapa busca escalar los ensayos a toda la región pampeana, con el fin de evaluar los efectos de los nanofertilizantes en distintos ambientes y sistemas productivos. “El desafío consiste en incrementar la producción a través de una mayor productividad. Sin embargo, dicho incremento no debe basarse en un mayor uso de insumos sino en un uso más eficiente de los mismos a través de la intensificación sostenible”, concluyó González.
“Esta tecnología abre una oportunidad para una agricultura más competitiva y tecnológicamente avanzada”, destacó Fernanda González, quien explicó que un nanofertilizante es un fertilizante que incorpora en partículas de escala nanométrica —mil veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano—, lo que permite modular su liberación y favorecer su absorción directa por las raíces y en forma foliar. De este modo, se mejorar la disponibilidad y el aprovechamiento de los nutrientes por parte de las plantas.
Por su parte, Gonzalo Berhongaray, agregó: “En ensayos preliminares -realizados en Entre Ríos- hemos podido reducir un 35 % la dosis de nitrógeno y mantener los rendimientos, en línea con la necesidad de producir de manera más eficiente”. En las evaluaciones preliminares, los nanofertilizantes nitrogenados mostraron incrementos promedio del 10 % en la productividad de maíz y trigo, en comparación con las fuentes convencionales de nitrógeno aplicadas a igual dosis.
González indicó que “estos resultados se explican por una mayor eficiencia en el uso del nitrógeno; los nanofertilizantes permiten una liberación más gradual y controlada del nutriente, reduciendo pérdidas por volatilización o lixiviación”.
Para los productores esta innovación representa la posibilidad de mantener o aumentar los rendimientos con menor cantidad de fertilizante aplicado, reduciendo costos y minimizando impactos ambientales.
Para Berhongaray “los nanofertilizantes nitrogenados tienen potencial de uso en varios cultivos”. En esta primera etapa los investigadores han priorizado trigo, maíz y café “porque representan sistemas contrastantes —gramíneas extensivas y un cultivo perenne tropical— que nos permitirán evaluar la respuesta en distintos ambientes y formas de manejo del nitrógeno”.
De todos modos, la tecnología puede adaptarse a otros cultivos que requieran aportes importantes de nitrógeno, como arroz, caña de azúcar, sorgo, pasturas u hortalizas intensivas.
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