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Productos de alto valor

La aventura de comprar lácteos en Argentina

La leche y el queso cremoso pendulan entre los aumentos más marcados
La leche y el queso cremoso pendulan entre los aumentos más marcados
05/11/2019 10:42 hs

La leche y el queso cremoso pendulan entre los aumentos más marcados del resto de los productos.

En momentos en los que se debate la continuidad en formato y ajuste de los Precios Cuidados, con la absorción del programa Precios Esenciales, los lácteos siguen siendo protagonistas de las góndolas y no tanto en las compras.

Supuestamente, en todos los puntos de venta de grandes superficies de todo el país se debería tener acceso a 529 productos listados. De ese total y bajo las marcas Tregar, Milkaut, Ilolay, La Serenísima y La Martona, Manfrey, Aurora, La Sibila, Arsa, Apóstoles, Ricrem y La Paulina, los lácteos aportan leches, dulce de leche, quesos cremosos, yogurt, postres e incluso una manteca. Lo cierto es que es una odisea encontrarlos y una aventura consumir en la Argentina. Así comienza a describir el trabajo de Elida Thiery en AGROFY NEWS-

Los básicos

Entre la leche fluida y los quesos cremosos se da el umbral de la resistencia que hace el consumidor. Lo último que se abandona en las compras es un pequeño pedazo de queso en la semana o el litro de leche que no puede faltar en la heladera.

Los sachets de litro, tanto de leche entera como descremada parten de los 34 pesos para las marcas de menor difusión, mientras que las líderes pueden comprarse a partir de los 58 pesos, claro que sin IVA, mientras que en la misma presentación pero con especificidades como las de hierro agregado o composición de grasa pueden superar los 67 pesos.

Al igual que las presentaciones larga vida en tetra brick, la leche muestra un comportamiento estable en los precios desde hace varios meses, siendo los 50 pesos lo que se puede situar como piso en los valores de la leche entera o descremada, sin especificaciones.

El comercio hace su juego pero no se anima ahora a retocar tanto los valores de la leche o del cremoso, como si se hiciera hace unos seis meses, cuando algunos puntos de venta llegaron a ofertar a 80 pesos una caja de leche. Pareciera que la intención es no seguir espantando al consumo.

La demanda de leches terminaba en diciembre de 2018 con una baja de dos puntos porcentuales, mientras que los quesos se recuperaban en la comparación interanual dos por ciento. En las últimas estadísticas de la Subsecretaría de Lechería de la Nación publicadas en octubre, pero referidas a agosto, la contracción del consumo de leche llegó al 12 por ciento, con todo el impacto “remarcador” post-Paso, mientras que los quesos también tuvieron demanda negativa del cinco por ciento.

Mirando a la heladera de cremosos, los precios parten en los supermercados desde los 290 pesos en marcas regionales, mientras que algunas empresas ofrecen a su primera marca por 317 pesos por kilo y a su segunda marca por una ínfima diferencia, por 304 pesos por kilo.

También existen las alternativas de quesos que se presentan como procesados, con valores desde 230 pesos, pero que tienen una composición de leche y almidón.

Como hace ya muchos años, el queso cremoso, el de más rápida elaboración y salida de fábrica sigue siendo más caro por kilo que un kilo de carne y cada trozo un lujo para el consumo, ya que no baja la porción de los cien pesos.

De acuerdo a datos de las empresas, el valor de planchada de fábrica de los cremosos estaría por encima de los 230 pesos por kilo, por lo tanto la mayor ganancia de la cadena sigue quedando en manos del comercio, en una participación de valores que se discute poco y no se puede definir claramente entre el Estado, los productores, las industrias y también el comercio.

Por eso sucede con el cremoso lo mismo que con la leche, no ha habido en los últimos meses mucha oscilación en los números de las marcas de mayor circulación, por lo tanto el ajuste por inflación y ganancias marcha por otras puertas de la misma heladera en cada supermercado.

En el IPC

Tomando los valores del INDEC, para la conformación de la canasta del Indice de Precios al Consumidor se puede repasar el comportamiento de los lácteos. En nueve meses, los lácteos en Capital Federal y Gran Buenos Aires aumentaron 48,9 por ciento y en la región pampeana, dónde se producen en el acumulado treparon 51,6 por ciento. En la comparación interanual en ambas regiones el alza fue del 74,6 y 75,4 por ciento, respectivamente. La contrastación entre agosto y septiembre arrojó para el rubro 1,6 y 2,3 por ciento, regionalizado.

Tomemos los datos de GBA. Los precios según el INDEC se contrajeron -0,8 por ciento en el litro de leche fresca entera en sachet, hasta 47,98 pesos; con similar comportamiento en los yogures firmes que pasaron de 53,11 en el octavo mes del año a 50,48 pesos, representando cinco puntos menos.

El resto de los relevamientos, que son siempre de misma marca y presentación, exponen aumentos en leche en polvo entera por 800 gramos, 365,64 (7,3%); el queso cremoso, 358,16 (3,9% intermensual, pero 88,7 interanual), queso pategrás 615,24 (6,2); Queso sardo, 649,15 (4,6), la manteca por 200 gramos, 111,78 (6,6); y el dulce de leche por 400 gramos, se encontró a 89,22 (7,8%).

El resto

Siguiendo por Precios Cuidados en el mercado esta semana, lo que abundan son los yogures múltiples marcas, presentaciones y sabores, llegando a representar la mitad del precio de otros por fuera del programa. Sólo por citar un ejemplo, el litro bebible está 69,30 en el programa y hasta 106 pesos en sachet, mientras que otros envases trepan hasta los 121 pesos.

Son los yogures más allá de la contención de precios los que más espacio acaparan en las heladeras y nos dejan fríos al tomar conciencia del precio por pote que puede ser de hasta 85 pesos, mientras que las presentaciones más pequeñas pueden encontrarse en torno a los 20 pesos, para marcas nacionales y algo menos en las de cada región, pero con menor contenido.

Es particular el caso de los quesos blancos, verdaderos artículos de lujo que parten de los 90 pesos y llegan también a estar cerca del doble, por el simple gusto de untar una tostada en algún desayuno.

Las grasas siguen con valores elevados, teniendo en cuenta que las cremas parten de los 70 pesos en las presentaciones más pequeñas y las de casi 300 gramos, tamaño que fue reduciéndose con las sucesivas crisis, no bajan de los 130 pesos.

En cuanto a la manteca, los paquetes chicos de cien gramos parten de los 50 pesos, en marcas con menor peso del marketing, mientras que las presentaciones de 200 gramos pueden encontrarse en torno a los cien pesos.

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