Desde mediados de julio en los departamentos Paraná, La Paz y Gualeguay la roya ataca trigales entrerrianos. Los casos aparecen asociados a un clima conductivo, con aumento de temperaturas, altas horas con rocío, algunas lluvias y en consecuencia muchas horas de mojado foliar, y cultivares susceptibles. Desde la Experimental Paraná de INTA cuentan que la tasa de progreso es muy alta, con crecimiento exponencial de la producción de esporas, pero de valor diferente según se trate de roya amarilla o roya anaranjada.

En un informe divulgado desde el organismo público indican que al momento, los cultivos de trigo en Entre Ríos se encuentran en distintos estadios fenológicos, desde Z1.3 a Z3.7, la mayoría entre Z2.2 (macollaje) y encañazón (Z3.2) en el marco de una campaña triguera particular, con escasa e irregular distribución de lluvias en la provincia, con concentración de siembra en el mes de junio, tasa de crecimiento del cultivo baja en junio – julio y área de siembra concentrada en tres cultivares (intermedios y cortos).

En este ciclo 2022/23, se observa una mayor diversidad de cultivares comerciales sembrados -aproximadamente 14 -donde se destacan algunos de excelente comportamiento sanitario, principalmente a las royas.

Desde las primeras hojitas (Z1.2) y hasta fin de macollaje, sólo nos había ocupado el manejo de las manchas foliares, principalmente mancha amarilla, en algunos casos con alta incidencia y severidad, en lotes con secuencia trigo/soja-trigo, abundante rastrojo superficial y escasa incorporación de nitrógeno (fertilización). El momento de intervención química donde hallamos los mejores resultados, es fines de macollaje, aun cuando la eficacia de control (EC) de los fungicidas aunque es variable, el promedio no supera el 60 ó 70%.

Sin embargo desde mediados de julio en los dptos. Paraná, La Paz y Gualeguay asociado a un clima conductivo (aumento de temperaturas, altas horas con rocío, algunas lluvias y en consecuencia muchas horas de mojado foliar) y cultivares susceptibles se han registrado los primeros casos de roya.

La tasa de progreso de las royas es muy alta, con crecimiento exponencial de la producción de esporas, pero de valor diferente según se trate de roya amarilla o roya anaranjada. Las temperaturas bajas que se están registrando desde el último fin de semana, las que aún persisten, serán algo desfavorables para el desarrollo de roya anaranjada, que requiere temperaturas más altas, aproximadamente 25°C.

En cultivares susceptibles, tomar decisiones tardíamente para roya amarilla, más allá de Z3.2, no sólo reduce la eficiencia de control (EC) que puede alcanzar el 80-90%, sino también el rendimiento del cultivo, por disminución del número de granos.

Ante este escenario de aparición de ambas royas, la fitopatóloga del INTA Paraná, Norma Formento recomienda incrementar la fecuencia de monitoreo, no dejar aumentar el incóculo, en especial el de la roya amarilla; y tomar decisiones según la susceptibilidad del cultivar.