
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentó un nuevo informe mensual de Relevamiento de Tecnología Aplicada en el cual se profundizó sobre el manejo de la fertilización 2021/22.
Más allá de que se registró un aumento del 12% del consumo de fertilizantes (4,54 millones de toneladas el consumo total), respecto al ciclo 2020/21, la Bolsa rescata un aspecto interesante, el cual bien puede estar relacionado con la sequía y la actitud más defensiva de los planteos productivos.
De acuerdo al análisis de la entidad, en promedio, y si se consideran los cultivos extensivos relevados a nivel nacional, en la campaña 2021/22 sólo un 21% de los productores fertilizó en función de los resultados obtenidos de un muestreo de suelo. Sin embargo, cuando se observa, cultivo por cultivo, hay datos alentadores.
“Los porcentajes de adopción más elevados se encuentran en cereales como la cebada, el maíz y el trigo, con valores de 37%, 30% y 26%, respectivamente. El valor más bajo se observó en sorgo con un 6%”, indica el trabajo.
Por su parte, se observa en los datos que las oleaginosas (soja y girasol) mostraron valores descendentes de muestreos de suelos, respecto a la campaña inmediatamente anterior.
En la campaña 2021/22, maíz y trigo traccionaron fuertemente el consumo de fertilizantes con un 37% y 35%, respectivamente sobre el volumen total. En la última campaña relevada se observó una participación mayor de fertilizantes nitrogenados en relación a los fosfatados. Esto se debe principalmente a la expansión de la superficie sembrada con gramíneas (trigo y maíz) y al aumento de las dosis.
En la campaña 2021/22, el maíz y el trigo en conjunto representaron el 88 % del mercado de fertilizantes nitrogenados.
Por otro lado, dentro del mercado de fertilizantes fosfatados, el cultivo de soja representó el 38%, mientras que trigo y maíz en conjunto tuvieron una participación del 51%.
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