Carolina Sasal – EEA INTA Paraná – en el marco del Simposio Fertilizar 2019, habló sobre nutrientes en él agro-ecosistema, las variables ambientales y la necesidad del cambio de perspectiva, hacia una mirada regional.
Gestión ambiental agropecuaria
La gestión ambiental es articular acciones sobre el suelo, el agua, el aire, la biodiversidad y tomar decisiones de manejo en el día a día, es decir, nosotros hacemos gestión ambiental y eso puede generar impacto positivo o negativo sobre el ambiente.
En cuanto al reclamo de la sociedad, pareciera que estamos en diversas vías, pero sin embargo hay esfuerzos de ambas partes, la sociedad y la producción agropecuaria hacen esfuerzos para vivar y producir en ambientes más saludables, quizás lo que falta es un poco de dialogo.
Variables del ambiente y la producción agropecuaria
Hay trabajos que señalan que hay cambios significativos una de ella es el cambio climático, la producción de agua dulce, la afectación de la biodiversidad, los flujos de nutrientes de nitrógeno y fosforo que llegan a los cursos de agua y a los océanos.
Esta cuestión que tiene que ver de la degradación del agua para el consumo como del ambiente acuático y la integridad de las especies que allí viven preocupa a la sociedad y a los organismos de investigación.
Cabe señalar que en los últimos años hemos tenido muy poca información sobre los nutrientes que se pueden escapar del sistema de un lote y cuanto puede llegar a un curso de agua. Es muy importante tener monitoreos de largo plazo, es costoso.
Hay otros tópicos de investigación como la llegada de plaguicidas que en este momento hay más información que se está generando.
En el INTA de Paraná existe un dispositivo experimental que permite cuantificar a escala de parcela. Cada vez que hay una lluvia que genera escurrimiento podemos monitorear cuánta agua, cuantos sedimentos y cuantos nutrientes se van con el agua.
Tenemos diferencias bien marcadas entre lo que pierde un monocultivo de soja y una rotación con maíz o trigo. Eso tiene que ver con la capacidad de transporte del sistema y la impronta que le genera los cultivos al suelo. Hay secuencias que son más diversificadas que favorecen la entrada del agua al suelo, la infiltración y otras que no, que favorecen la escorrentía y para a Entre Ríos ese sistema no le favorece para nada porque uno de los principales problemas es la erosión hídrica.
Para revertir esto es necesario cambiar un poco el enfoque, empezar a tener miradas a nivel regional, ver qué pasa con el flujo de los nutrientes en el gran agro ecosistema, no solo a nivel de lote, que es importante hacer el ajuste fino una vez que tenemos el diagnostico pero también es importante mirar qué pasa en toda la escala regional.
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