En los últimos días, la industria frigorífica es, virtualmente, rehén de las curtiembres. Desde la semana pasada, la industria del cuero anunció que no retirará más los cueros provenientes de la faena bovina, situación que amenaza con generar un descalabro en la cadena de la carne.

Ante esta situación, desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), ordenaron a las curtiembres retirar cueros de frigoríficos. En una carta firmada por el presidente del organismo sanitario, Carlos Paz, estimó que ante la situación de pandemia global que se vive, es necesario “el compromiso de todos los actores” de la cadena de producción de alimentos.

Paz advirtió que “el hecho de no recolectar o retirar los cueros obtenidos del proceso de los establecimientos de faena, está provocando severos inconvenientes en los procesos de tales establecimientos”, situación que “afecta sensiblemente la provisión de alimentos cárnicos y pone en serio riesgo su inocuidad”.

De este modo, el Senasa ordenó a estos empresarios que tengan a bien “retomar el flujo normal de retiro de los cueros de los establecimientos de faena”, porque de no cumplir con esta orden, “se tomarán las medidas correspondientes para hacer retornar a los canales normales”.