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Identidad cultural

El Guineo, un almacén de tradiciones para la familia rural en el departamento Nogoyá

El Guineo es mucho más que un boliche para los vecinos de XX de Septiembre
El Guineo es mucho más que un boliche para los vecinos de XX de Septiembre
04/12/2021 11:32 hs

XX de Septiembre es una pequeña localidad del departamento entrerriano de Nogoyá. Ubicada a pocos kilómetros de la Ruta Nacional 12 y con una estación del ferrocarril que añora el paso de algún tren, tiene en un viejo almacén de campo el punto de encuentro de la familia rural. Un lugar donde se juega truco y, chinchón, donde la cancha de bochas convoca multitudes y los torneos de pelota paleta son los más importantes de la región.

Hay que recorrer poco más de 120 kilómetros desde la capital provincial para llegar al pequeño poblado que lleva un nombre singular y que recuerda un hecho histórico tan particular como alejado de nuestra comarca: Un 20 de Septiembre de 1870 se produce la Toma de Roma y la unificación italiana bajo el rey Víctor Manuel II. La fecha es conmemorada en toda Italia con el nombre de la calle Via XX Settembre en casi todos los pueblos de cualquier tamaño…También por estos lares honramos una fecha sensible para miles de italianas e italianos que llegaron a estas tierra detrás de la esperanza y para “hacer la América”.

“El boliche arrancó con mi padre, el “Guineo” Rodríguez, en 1974” nos dice Marcos, el hijo, quien ha ido tomando la posta en el manejo del negocio familiar en el que uno de los principales atractivos está vinculado con dos tradiciones muy populares: jugar a las bochas en una cancha impecable, techada y bien iluminada para las tenidas nocturnas de verano, y los torneos de Pelota Paleta, que reúnen en el frontón de este pueblo a reconocidos pelotaris de la Argentina.

“Es un pueblo chico pero llegó a tener 3 canchas de paleta, hoy queda una, la nuestra” nos dice con orgullo el “Guineo chico” diminutivo apodo para diferenciarlo del “Guineo” como siempre se lo conoció a don Rodríguez, el fundador del antiguo almacén de este pueblo de la cuenca lechera de Entre Ríos que hoy es comuna de 2° categoría, a partir de la reforma constitucional provincial del 2008.

El boliche está en la calle principal que es el centro de XX de Septiembre, un pequeño poblado de pocas manzanas y con muchos árboles que le dan una estética particular. El almacén es una antigua casa con paredes de treinta que en su frente tiene un techo con tres columnas de hierro donde se colocan mesas para los parroquianos que se acercan a compartir una copa, ese clásico ritual de esto lugares que forman parte de la cultura rural entrerriana. Una bandera argentina colocada en una caña tacuara recibe a todos y todas.

El interior de “El Guineo” tiene un tradicional mostrador de madera lustrada y gastada por los años de uso, con un cartel en su frente donde se establece la prohibición de ingresar en cuero al boliche. “No es una playa” reza el bando colocado visiblemente y que tiene que ver con el estatuto que rige en el almacén. “Tenemos varios expulsados” nos cuenta un poco risueño Marcos, aclarando que las penalizaciones tienen que ver con el “algún boca sucia y la falta de respeto”. El reglamento no castiga algún exceso etílico notable mientras no afecte la convivencia en el templo: por las dudas se aclara que “esto es un bar, se toma y suele pasar” define el titular de la casa.

La tradición del frontón

“Estamos esperando el fin de semana, viene Javier Nicosia a jugar” nos dice entusiasmado el bolichero, sobre el pelotari argentino que ha sido campeón mundial en la especialidad, y que llega a XX de Septiembre con otros sobresalientes jugadores, en una tenida donde las apuestas están a la orden del día. Dos créditos de Nogoyá formarán parte de los desafíos.

La historia de la cancha de paleta en los fondos del almacén tiene que ver con una tormenta muy fuerte que ocurrió hace muchos años. “Mi viejo era muy burrero y ahí tenía varios boxes para sus caballos. Pero con la tormenta se voló todo, no quedó nada. Después decidimos construir la cancha, que hoy es la principal de la zona” dice orgulloso.

El deporte de la pelota paleta, paletilla o frontón argentino como lo conocen los que lo practican o saben, tuvo y sigue teniendo muchos adeptos en esta parte de la provincia de Entre Ríos, donde los viejos almacenes de campo tenían como anexos la cancha de bochas y el frontón para este particular deporte. No quedan muchos, pero las canchas que están han vuelto a funcionar a pleno luego de la pandemia y las posibilidades de reuniones se multiplican con público y jugadores, obvio.

El Guineo y sus actividades

Marcos nos pide seguir charlando mientras desarrolla otra de las múltiples tareas que se concretan para lograr el buen funcionamiento de esta verdadera unidad de negocios que es “El Guineo”, en este caso en los fondos del establecimiento, donde se encuentra la preparación de chacinados, puntualmente chorizos, en un salón que también oficia de amplio comedor para fiestas, como “La noche de los Almacenes”, una iniciativa impulsada por el área de Cultura del gobierno provincial que tuvo una notable convocatoria años atrás, pero que se suspendió por la epidemia de coronavirus y que todos esperan el pronto regreso. Un cartel indica que El Guineo está en la lista de “notables” boliches entrerrianos.

La conversación sigue discurriendo mientras el responsable del tradicional almacén y bar de XX de Septiembre rellena la tripa de los chorizos, los que ya están encargados para el fin de semana. “Tenemos carnicería, pero no funciona mucho. Sí los chacinados, siempre tenemos pedidos” nos comenta mientras sigue metiendo la mezcla de carne vacuna, porcina, tocino y los condimentos en la embutidora. “Se van a llevar unos chorizos” dice, y no podemos negarnos. Hace rato que se nos hace agua la boca de imaginar los sabores de esas roscas en la parrilla.

Marcos se hizo cargo del boliche y le gusta seguir con la tradición familiar. Su mamá lo acompaña en la atención del comercio mientras su papá observa sentado en una silla, ya retirado de las responsabilidades cotidianas. Es “El Guineo” Rodríguez, un apodo que se supo ganar desde muy chico por lo “bravo”, nos comenta con una sonrisa su hijo. Aclaramos para ilustrar que la guinea o guineo es un tipo de gallina doméstica relativamente común en el campo, y bastante peleadora.

“Mi viejo de chico era de saltar por cualquier cosa, se peleaba con todos así que lo apodaron el guineo. Y bueno, yo heredé el apodo, me dicen el guineo chico” desliza con una sonrisa y bajo la atenta mirada del guineo mayor. Es el mediodía en el boliche y un par de parroquianos han detenido su marcha para tomarse un vermú antes de seguir viaje hacia sus hogares o para continuar con las tareas rurales en este particular lugar de la geografía entrerriana que es XX de Septiembre, un pueblo que añora el paso del tren.

La historia del ferrocarril en la zona es bastante antigua. El 30 de junio de 1875 se habilitaron las vías a través de la línea que luego se integraría en el Ferrocarril General Urquiza con las ciudades de los departamentos Paraná, Diamante, Nogoyá, Tala y Uruguay. El tren dejaba atrás la cabecera departamental y seguía rumbo al pueblo que recuerda la unificación italiana, que reconoce su progreso en torno a la estación hasta que el ramal cerró por determinación de la dictadura militar en 1977. Allí comenzó un proceso de despoblamiento al igual que tantas otras localidades entrerrianas que habían sido fundadas por el paso de red ferroviaria que cubrió el territorio provincial de una manera singular por su importancia en las comunicaciones.

Hubo intentos por recuperar el corredor ferroviario entre Paraná y Concepción del Uruguay, el último en 2010, cuando un coche a motor -fabricado por la empresa Materfer- comenzó a realizar el recorrido entre ambas ciudades con dificultades varias: “Los pobladores nos acercábamos a la estación de XX de Septiembre con la emoción propia del regreso del tren, que fue tan importante en nuestras vidas” nos comentó un vecino, pero el proyecto de recuperación fue breve y de una calidad muy cuestionable. Horas interminables para ir de un lado al otro y descarrilamientos continuos marcaron el esfuerzo, plausible pero sin resultados positivos. Los yuyales volvieron a ser los dueños de las vías férreas.

Una copa en el viejo almacén

El Guineo es mucho más que un boliche para los vecinos de XX de Septiembre, esta localidad muy cercana a la ciudad de Nogoyá, donde con seguridad los vecinos realizan las grandes compras o provistas para el mes. Pero el almacén de los Rodríguez es otra cosa, porque puede ser la despensa de cercanía para comprar lo indispensable pero además es el lugar para encontrarse, charlar y enterarse de los últimos cuentos de la cotidianeidad del pueblo, con su mostrador de madera, sus estanterías bien provistas, sus mesas para jugar una partida de naipes, o la insuperable cancha de bochas techada y bien iluminada, el principal atractivo en este verano que está llegando y donde por las noches se juegan torneos mixtos que convocan multitudes.

Si usted anda por la ruta 12 y tiene un tiempo, ingrese por el acceso a XX de Septiembre. El pavimento es un poco complicado por los pozos pero se supera con cuidado. Se puede encontrar con tradiciones rurales, muestras de identidad de un pequeño pueblo de Entre Ríos y un bar que es el símbolo de rituales que no se pierden en la Entre Ríos profunda. En esos lugares se defiende casi sin saberlo parte de la cultura de una provincia diferente, lo que puede llegar a sorprenderlo gratamente por un momento, mientras se toma una copa y charla con algún vecino del pueblo o con el mismísimo “Guineo” Rodríguez, de eso se trata la vida.

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