La administración de Vialidad “es un gran desafío” para Exequiel Donda, y la participación de los productores son “una clave para avanzar”. El ex intendente de San Benito, ahora al frente de una de las reparticiones más sensibles del gobierno de Rogelio Frigerio, habló con Campo en Acción de la tarea emprendida para mantener una trama vial que se expande por casi 30.000 kilómetros de suelo entrerriano.
—¿Tu experiencia como intendente aplica a la gestión en la Dirección Provincial de Vialidad? Fundamento la pregunta en que todo municipio, como San Benito, -el que gobernaste-, tiene su zona sub rural y la problemática de los caminos es una constante.
—Es como lo decís. Asumir en Vialidad es una gran responsabilidad por el tamaño que tiene la repartición, pero se viven situaciones muy similares a las del municipio, si bien el municipio tiene otras tareas y esto es específicamente caminos, tiene mucho que ver. Es un desafío tomar el mando de todas las zonales, 20 en total, que son como pequeños municipios por llamarlo de alguna manera, donde hay una administración propia pero siempre dependiendo de la Administración central. Uno tiene que prestar mucha atención al funcionamiento, tratar de implementar procesos nuevos, que es lo que estamos haciendo. Creo que en eso hay que hacer mucho foco, para que funcione mejor y sea más eficiente lo poco que tenemos, porque que la verdad vialidad necesita muchísimas más herramientas para poder hacer frente a las demandas que surgen de 27.000 kilómetros de caminos.
—Vialidad es un área sensible de gobierno y muy cuestionada, ¿qué encontraste al asumir?
—Conocíamos, porque era vox populi, que no estaba en un buen estado, pero cuando llegamos acá lo corroboramos. La trama vial de la provincia está muy deteriorada, de hecho, hoy lo vivimos y estamos intentando recuperarla. Una de las cosas que nos encargó el gobernador fue mantener los caminos que lo son todo, para la producción, para que los chicos lleguen a la escuela rural, para acceder a salud y, educación. Es importante el camino porque todos transitamos y los necesitamos en cualquier aspecto de la vida.
—¿Pueden hacerlo?
—Estamos intentando poner en un poquito todo en condiciones, progresivamente. Pero hemos adquirido un ritmo muy importante. Hoy te puedo decir y afirmar que estamos en alrededor de los 8000 kilómetros de caminos que al menos hemos reparado porque tenían problemas gravísimos. Trabajamos en recuperar máquinas, poniéndolas a funcionar. Ese es el desafío, hacer todo lo posible con cosas que no demanden grandes inversiones, porque hoy el el estado económico de la provincia es el que todos sabemos. También hay una situación global del país que es muy difícil , lo que nosotros nos propusimos es no tener excusas e intentar hacer la tarea.
—¿Cómo han afectado a Vialidad las decisiones del gobierno nacional?
—Muchísimo, porque hay muchas obras que se encuentran financiadas por el tesoro nacional y que hoy eso está un poco frenado. Tenemos siempre la esperanza de que esto en los próximos meses mejore. Los números, por otro lado, se han ido muy por encima de lo que venían siendo en relación al costo de las obras, la verdad que uno compara una obra del año pasado a los costos que tenemos hoy y han subido considerablemente.
—¿La Emergencia es clave?
—Como te digo, más allá de la falta del financiamiento nacional y del incremento que han tenido los precios de las obras nosotros tenemos ser serios al medir nuestras posibilidades de inversión. Esta ley de emergencia es una herramienta para poder sentarse a renegociar, a medir estos tiempos, a poder ver cómo llevar adelante las cosas. Es una protección hacia el Estado. Para que las empresas no salgan lesionadas y lo mismo el Estado. La situación es muy compleja, no solo la trama vial, sino en la economía propia de la provincia.
—¿Los consorcios son una alternativa para trabajar mejor?
—Es necesario el trabajo en conjunto, va a ser muy difícil que los 27.000 kilómetros de caminos que tenemos que mantener sean gestionados por consorcios, porque se necesita mucho. Pero también uno tienen que entender que el consorcio se conforma con vecinos que están dispuestos a poner sus tiempos, su trabajo, la verdad que hasta a veces hasta económicamente. Ese tiempo vale dinero y algunos lo tienen, pero otros que no. Tenemos siete consorcios en funcionamiento y hay tres más que están realizando los trámites para poder constituirse y funcionar. Creemos que hay que sumar en este sentido. Estamos trabajando con los presidentes de comunas y de juntas en algunos lugares, hemos firmado convenios en los cuales hemos realizado trabajos y ellos han puesto o han colaborado con materiales para su zona.
—¿Cómo ven ustedes el caso de aquellos tamberos que tiene que esperar para sacar su leche porque llovió y si salen rompen los caminos?
—Tiene que haber un trabajo de sensibilización y concientización sobre el uso del camino. La producción circula de otra manera, es todo mucho más urgente ahora. Hablamos de esto cada vez que constituimos un consejo consultivo, que en realidad formalmente son consejos viales pero que viene a ser consultivos, queremos que participen todos los productores, los presidentes de juntas y comunas y los presidentes municipales, todas las agrupaciones del agro. Hemos tenido reuniones con la Mesa de Enlace, con todos aquellos dadores de carga. Se trata de cuidar el patrimonio que es el camino. Intentamos también llegar a un acuerdo con Vialidad Nacional y la Policía para intensificar el control de cargas, porque es muy difícil que el Estado pueda tener financiamiento para hacer una ruta con el costo que hoy tiene hacer una ruta, y a los 2 años tener que volver a invertir en ese mismo lugar, es muy difícil que el Estado pueda hacerlo pero realmente se torna casi imposible, entonces creo que todo esto hay que hablarlo y decirlo y hay que empezar a ponerlo en la mesa de las reuniones.
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