“Toda mi vida pasó en la zona de María Grande Primera y Tabossi; tengo 70 años y casi todos fueron dedicados al trabajo como productor y contratista”. La frase de Roberto Bruna define a una familia que hace su aporte frontal a la generación de riqueza en Paraná Campaña.
Campo en Acción detuvo su marcha en un lote donde abuelo, padre e hijo cumplían con su deber cotidiano: hacer lo necesario para estar al servicio de la producción; en este caso los movimientos iniciales para cultivar alfalfa en tierras que hasta hace muy poco estaban dedicadas al maíz tardío.
Roberto describió que lo suyo es simplemente trabajar, pero al profundizar la conversación el hombre cuenta que “se hace de todo, fumigar, sembrar, trillar y mover suelos para clientes de muchísimos años. La incorporación de tecnología es constante y pasamos la tarea a las nuevas generaciones”. En ese tránsito especificó: “Ahora ya no pongo tanto el cuerpo, me dedico a dar una mano, cocinar, buscar repuestos y hacer gestiones”.
Su hijo Ulises se sumó para aportar que de su padre toma todo lo que puede en materia de estilo de trabajo, iniciativa y ganas de transformarse constantemente. Y lo hizo a través de un ejemplo: “A este acondicionador de suelos que ven en funcionamiento se lo compramos a la firma Brondi Maquinarias y es una herramienta que anda muy bien en todas partes, pero en especial en las zonas periurbanas donde su desempeño es notable porque hay que ser muy precisos. A futuro será una herramienta indispensable para cualquier productor y nosotros ya la tenemos porque miramos hacia adelante”.
En cuanto al escenario razonó con que “desde lo climático el año vino bien en general; los trigos están lindos y esperamos algo de lluvia para sembrar maíz. Nosotros, que hacemos servicio de siembra vemos que en esta campaña se sembró mucho trigo”.
Y Agustín, el Benjamín de la escudería agrícola de los Bruna, lejos estuvo de quedarse afuera de la entrevista: “Ya soy la tercera generación de la familia en esta actividad y estoy contento porque hago lo que más me gusta. Nos llevamos bien y aprendí de chico el trabajo al lado de mi papá y el abuelo. La verdad, hago de todo, pero el gusto personal es por la siembra”.
Subido a la ola de la innovación permanente, dijo que “usamos mucho la tecnología disponible para hacer las tareas de manera sustentable y es una ayuda también en temas operativos como el trabajo de noche y la racionalización de los insumos”.
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