La Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) informó que, finalizado el plazo para abonar el anticipo único del Impuesto Inmobiliario Rural, que contemplaba descuentos del 15 por ciento, se contabilizaron 27.341 pagos, por un total de 54,98 millones de pesos, equivalentes al 34 por ciento de las partidas emitidas.

Los departamentos de mayor cumplimiento fueron Colón, con el 46,7 por ciento; Paraná, con el 41,9 por ciento, y San Salvador, con el 41,3 por ciento. El pago promedio es de 2.010 pesos.

El organismo elevó un informe donde resalta que de las 80.688 boletas emitidas por el organismo 27.341, (33,9 por ciento) cumplieron con su obligación, abonado un total de 54.981.820.21 pesos, con un pago promedio de 2.010,97 pesos.

El estudio avanza sobre los niveles de cumplimiento por departamento, ubicándose en primer término Colón con 46,7 por ciento, seguido por Paraná, con el 41,9 por ciento; San Salvador, Diamante y Federación, con el 41 por ciento. En tanto, los de menor cumplimiento son Gualeguaychú, con 26 por ciento; Gualeguay con 22,2 por ciento; Victoria, con 20,5 por ciento; e Islas del Ibicuy, con el 20,3 por ciento.

En cuanto al pago promedio por departamento, el registro más alto corresponde a Concordia con 3.219 pesos; luego Federal con 3.065 pesos. Más bajos se encuentran Islas del Ibicuy, con 1.385 pesos; y Diamante, con 1.203 pesos. El director Ejecutivo del organismo, Marcelo Casaretto, comentó que «los productores agropecuarios han abonado su impuesto, muchos de ellos cumpliendo con su obligación anual. Se ratificó la tendencia que veníamos viendo de los lugares de menor percepción con pagos promedio inferiores al resto, como Victoria con el 20,5 por ciento; Gualeguay con el 22,2 por ciento; Gualeguaychú con el 26 por ciento; o el caso particular de Diamante, donde se registra el menor valor de pagos de la provincia con un promedio de 1.203 pesos».

Casaretto mencionó que «la mayor resistencia al pago se da en los lugares donde están los campos más valiosos de la provincia. Allí los grandes propietarios, que tienen espalda porque obtienen alta rentabilidad, azuzan a los dirigentes y a los pequeños propietarios a la resistencia al pago, pero no encuentran eco en los productores más chicos que están cumpliendo con su obligación».

Prensa ATER