El fin de semana estuvo lejos de estar tranquilo en la secretaría al mando de Fernando Vilella.

El viernes comenzó a correr la noticia de la renuncia de sus principales laderos y el sábado de sus reemplazos.

Entre los “idos” están quienes venían desempeñándose como subsecretario de Fortalecimiento Productivo y Sustentable, Pedro Vigneau; y de Germán Di Bella, nombrado como subsecretario de Agricultura, pero nunca designado formalmente.

Poco después se supo, según confirmó el diario La Nación, que Sergio Iraeta será subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal. Vale recordar que, con la nueva denominación de Bioeconomía, el organismo tendrá cuatro subsecretarías: además de la de Producción Agropecuaria y Forestal que ocupará Iraeta, están la Subsecretaría de Bioindustrias, Biotecnologías e Innovación; la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios y Negociaciones Internacionales; y la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca.

Iraeta es abogado y productor agropecuario desde hace más de 30 años con producción en campos propios y de terceros en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. En tanto, Manuel Chiappe va a ser el jefe de asesores de la Subsecretaría del mismo Iraeta.

Chiappe, ingeniero ambiental de la UCA y un productor del sur de la provincia de Entre Ríos, venía cumpliendo funciones como director general de la Fundación Barbechando, entidad que sigue los temas legislativos del campo en el Congreso. En enero pasado, en medio del intento del Gobierno de subir las retenciones al sector en el marco de la Ley Bases, Chiappe hizo un encendido discurso e incluso le contestó a Vilella, sin nombrarlo, que en una exposición anterior había defendido la suba de ese tributo.

Si bien no se ha conocido demasiada información de los motivos de las renuncias, habrían ocurrido aparentemente por diferencias con la conducción del ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo.

Entre otras cosas, vale recordar que Caputo promovió un incremento de retenciones en el inicio de gestión de Javier Milei, que fue recibido de mala manera en el sector agropecuario y de entrada dejó mal parada a la Secretaría, que impulsa precisamente lo contrario.